Facebook Twitter WhatsApp

Mujica dijo que la gente de la campaña fue “muy maltratada” en el país y remarcó que todavía hay quienes no reconocen la jornada rural de ocho horas, que tardó “cien años” en aprobarse. Entiende que los salarios, “a veces”, dependen de la productividad que se logre pero pidió a los productores que se preocupen por cómo vive la gente.

“Hay multinacionales, empresas que vienen de afuera que pagan y tratan bien a la gente. Los que los tratamos mal somos los uruguayos. Quisiera que todos los productores uruguayos, sobre todo los grandes, entendieran que no es solo un tema de justicia social sino de conveniencia global: cada vez más se va a necesitar gente capacitada y si la gente se capacita quiere también ganar más”, razonó.

“El hombre de campo es un tesoro, porque seguiremos siendo un país agroexportadores y no creamos que eso es no-industrializarse, pues industrializarse es agregar valor a la materia prima, aplicar inteligencia, desarrollar la inversión”, explicó.

Después señaló que, en Uruguay, la transformación agraria debe darse manteniendo a la gente en el campo, por lo cual el Instituto de Colonización “lucha” para entregar tierras a quien la quiera trabajar, pague un arrendamiento accesible y pueda producir.

URUGUAY NO ES CORRUPTO

En rueda de prensa, el mandatario fue consultado sobre el fallo judicial de segunda instancia que revocó el procesamiento del ex presidente del BROU, Fernando Calloia, en el contexto de la investigación por el caso Pluna. “Si esa es la decisión definitiva de la justicia no sé cómo podremos reparar el daño que le causamos a Calloia”, comentó, sin atraverse a aventurar qué habría ocurrido con el proceso de Fernado Lorenzo si también hubiera apelado la resolución.

“Tengo la solidaridad con ellos, para mí fueron excelentes compañeros que pusieron lo mejor que tenían”, sostuvo Mujica, para quitar visos de corrupción sobre los ex funcionarios de gobierno sugerido en una campaña electoral donde “se entona el pico”.

“Que nadie se ofenda: en Uruguay no nos matamos para laburar, laburamos para vivir, pero no es un país corrupto. Es un país donde uno se siente confortado porque acá no menudea la corrupción como en otros lados. Eso hay que defenderlo. No lo digo por los míos, sino en términos genéricos. De vez en cuando alguno… sí, santos no somos. Si comparamos con otros lados, nos tenemos que dar cuenta del valor que eso tiene en el Uruguay”, insistió.

(producción: María Princesa Arévalo / foto: Presidencia de la República)