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El barco pesquero "Villa Nores", de bandera española, se dirigía el sábado hacia las islas Malvinas (Falkland Islands) operando en captura para una empresa inglesa, cuando fue interceptado por el barco guardacostas argentino "Mantilla" G24, detrás de la Isla de Lobos.

Sobre las 15:40 horas del día sábado, la Cancillería se comunicó con el Comando de la Flota, que dio orden para la salida del avión B200T de la base aeronaval de Laguna del Sauce para tomar imágenes de lo que sucedía en la zona.

El capitán del Villa Nores notificó su ubicación y la del guardacostas Mantilla, directamente vía radio al avión de exploración de Maldonado . Así, fueron sobrevolados por el B200T ARMADA 871, que cumplió las formalidades de indagar vía radio dentro del corredor naval en el que se encontraban pesquero y guardacostas.

ACOSO DE RADIO

Fuentes del caso indicaron a FM Gente que la nave militar argentina adujo que se encontraba patrullando y controlando pesqueros, pero más tarde se interceptaron las comunicaciones desde el avión patrulla entre el guardacostas.

Estas comunicaciones se interceptaron cuando estaban a 25 millas de la costa de Piriápolis y, efectivamente, se comprobó "acoso de radio" por parte de la embarcación argentina que intentó obligar al pesquero español a detener máquinas para ser abordado.

El equipo de exploración de la Aviación Naval tomó fotos geoposicionadas y registro de radio para ser aportados a Cancillería. Una vez en tierra se elevaron los informes de rigor al comando de la flota, con copia para el Comandante en Jefe de la Armada.

“NO SEA NABO”, GALLARDO

Sobre este incidente fue consultado el domingo el presidente de la República, José Mujica, quien relativizó el hecho y sostuvo que es algo común. “Eso pasa todas las semanas, el único problema es que ustedes se enteraron”, espetó el mandatario, quien luego ironizó en cuanto a las “medidas” que podría adoptar el gobierno.

Cuando el periodista Marcelo Gallardo insistió en este punto y le consultó si el gobierno “dejará pasar” el incidente, Mujica se molestó y apeló a su clásica frase para evadir preguntas molestas: “No sea nabo”, le lanzó.

Acto seguido se desarmó la pequeña ronda de prensa y los guardias rescataron al presidente de la incómoda situación, que no imaginó cuando accedió a participar en la inauguración de la planta "boutique" de elaboración de aceite de oliva Colinas de Garzón (Agroland SA).

De hecho, el mandatario estaba renuente a hablar con los periodistas pero, ante la insistencia de quienes habían llegado hasta aquella alejada zona rural, accedió, con el citado desenlace.

(foto: Exploración desde el B200T, archivo Marcelo Umpiérrez)