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Entre las sanciones se prevé una multa aproximada de U$S 150.000 a la empresa que desarrolló el proyecto y un aumento de la Contribución Inmobiliaria, que deberán pagar los compradores de los apartamentos beneficiados por las irregularidades.

El edil nacionalista, Federico Casaretto, indicó que también prevén sancionar al responsable técnico de la obra. “Hemos estado analizando en la Comisión de Obras aplicarle la máxima sanción porque debió ser quien tenía que atenerse a los parámetros fijados. Aquí puede llegar, en caso de ser un arquitecto, hasta la suspensión temporal del ejercicio de su profesión”, advirtió.

Las inspecciones de final de obra detectaron que de los pisos 20 al 24 se construyeron, en el bloque sobre la rambla Claudio Williman, 14 m2 más de los permitidos. La superficie equivale a una habitación adicional con vista al mar, lo que presumiblemente supuso un importante beneficio económico para los desarrolladores. Además, se encontraron dificultades de ventilación y habitaciones sin aberturas.

En este sentido, la comisión resolvió también solicitar al intendente, Óscar de los Santos, una investigación administrativa para establecer por qué fallaron los controles de obra previos, que pudieron haber evitado esta situación.

“Porque no puede ser que después de construido el edificio, de las dimensiones y la importancia de la torre Aquarela, nos encontremos con que nadie advirtió que existen 65 o más apartamentos con irregularidades. Algunos sin ventilación y los últimos, en los pisos más altos con 14 metros cuadrados de más de construcción”, agregó.

Con las sanciones se busca una medida ejemplarizante, que evite futuros excesos por parte de inversores, dado que en ciertos casos las tasas de multa pueden ser inferiores a lo obtenido como ganancia. Para estudiar las formas adecuadas de penalización los integrantes de la comisión de todos los partidos consultaron al asesor legal de la Junta Departamental, Miguel Loinaz.