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Tirigall había sufrido días atrás una infección urinaria que complicó su estado de salud, lo que causó un cuadro irreversible. En las últimas horas sus familiares pudieron asistir a la residencia y lo acompañaron hasta último momento.

Dueño de una personalidad tan aplomada como magnética, su desembarco en la televisión se produjo hacia mediados de la década del 60, en la pantalla del viejo Canal 9. Dimensión astral se convirtió rápidamente en un clásico de la época, y también fue la plataforma para promocionar sus libros de predicciones que publicó anualmente, interrumpidamente desde 1963. Se estima que, a lo largo de su carrera, llegó a vender más de 30 millones de ejemplares.

Había nacido en San Isidro, el 28 de diciembre de 1927. Fanático de las estadísticas, había desarrollado su propio método, la previmetría, basado en “miles de encuestas”, según él mismo explicaba. “Es un estudio de la persona, no del Zodíaco. Empecé hace años a estudiar a cientos de personas: millonarios, presidentes, trabajadores comunes, farmacéuticos. Y después los iba metiendo en signos; entonces veía que subían en tal cosa, bajaban en otra. Tengo un millón seiscientos mil encuestados. Gasté más de cuatro millones de dólares. Nosotros vivimos en Perú, en España, en Florencia. En Florencia fuimos a un laboratorio astrofísico. Ahí estudié las manchas solares, y aprendí que el Sol tiene estiramientos. Se estira como una carita”, aseguraba.

Tras el éxito de Dimensión astral, Horangel se pasó a Canal 13, donde condujo el ciclo Juicio final, y en los 70 se fue a vivir con Angela Groba, su esposa, a Venezuela. “Tuvimos una oferta de Venevisión para hacer allá Horangel y los doce del signo. Y fue un éxito”, le contaba a LA NACION, en 2009.

“Si hubiera puesto un consultorio, estaría forrado en dólares. Pero mi trabajo es serio. Los horóscopos son poco serios, y lo mío está basado sobre estudios”, dijo alguna vez, diferenciándose de otros astrólogos. “Si yo fuera adivino sería todo muy fácil. Pero lo mío es otra cosa. La astrología usa los planetas, y la distancia que hay entre ellos, y dice que eso podría influir en el momento del nacimiento sobre un individuo. Eso no se pudo probar y si uno cree ciegamente en eso está negando la teoría genética”.

Durante el 2009, Horangel confesó estar frente a uno de los peores momento de su vida. Ese año murió su pareja, Ángela Groba, con quien también trabajó en compartió la autoría de varios de sus libros. En cada uno de sus trabajos y en las entrevista que brindaba, el astrólogo no esquivaba ninguna pregunta ni los temas sobre los cuales les preguntaba. De ese modo, Horangel se mostraba de una gran versatilidad, y sus predicciones podían versar sobre política, deporte y economía.



Fuente: La Nación (Bs.As.)