Waldemar Victorino, exfutbolista uruguayo de 71 años e ídolo de Nacional, falleció este martes, luego de haber intentado quitarse la vida y posteriormente quedar en estado delicado.
Victorino fue internado en grave estado de salud según informaron medios montevideanos, luego de haber intentado quitarse la vida en las últimas horas.
Victorino es una gloria de Nacional. Defendió al equipo en dos ciclos: entre 1979 y 1980 y luego en 1982. Fue campeón uruguayo, de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1980, siendo decisivo en la conquista de estos títulos. Con la camiseta tricolor disputó un total de 91 partidos donde convirtió 48 goles, resumió Ovación.
En el fútbol local también defendió las camisetas de Cerro, Progreso y River Plate. En el exterior jugó en Deportivo Cali, Cagliari, Newell's Old Boys, Colón de Santa Fe, Audaz Octubrino, Liga de Portoviejo, América de Quito, Sport Boys y Defensor Lima.
Con la selección de Uruguay, Waldemar Victorino jugó un total de 33 encuentros y marcó 15 tantos. En su palmarés con la Celeste está la conquista de la Copa de Oro que se disputó en 1980.
LA HISTORIA DEL GOLEADOR TRICOLOR
“Empecé en el fútbol a los 22 años. Llegué a jugar en la quinta de Cerro, pero dejé porque me atraían más los campeonatos de barrio, que eran de novela y me encantaban. Yo defendía a La Boyada, porque vivía en Santín Carlos Rossi y La Boyada. Un amigo, Juan Pedro, que jugaba muy bien, fue a Progreso y habló de mí. Me avisó que me estaban esperando. Y fui... Trabajaba en el Mercado Modelo, cargando camiones, y entonces pedí ganar lo mismo en el club. Fui directo a la primera, cuando Progreso estaba en la B. El técnico era William Martínez. Había un centrodelantero, más alto que yo, pero un día faltó. Jugaba de volante y me animé a ir de 9. Así empecé"”, recordó una vez a Ovación.
Se hizo conocido como goleador en River y en alguna oportunidad pudo haber pasado a Peñarol, pero rechazó la posibilidad por su amor a los colores de Nacional. Por fin se le dio la oportunidad en 1979. Debutó ante River argentino en el estadio Monumental, hizo un gol y empataron 1-1. Ese año fue goleador del Campeonato Uruguayo, con 19 conquistas.
Defendió la camiseta tricolor en 113 encuentros, marcando 58 tantos, entre ellos cuatro en clásicos. “Los goles que más recuerdo son todos los que le hice a Peñarol. Los que marqué en partidos internacionales fueron muy buenos e importantes, igual que aquellos que hice con la Selección, pero para mí que soy tan hincha de Nacional no hubo satisfacción más grande que anotar en los clásicos. La alegría que sentía por anotar en un estadio lleno ante Peñarol era inmensa”, declaró otra vez.
Como está dicho, su mejor año fue 1980: campeón uruguayo, de América y del mundo con Nacional, de la Copa de Oro con Uruguay. Fue elegido el mejor jugador del partido en Tokio tras su gol al Nottingham y recibió el automóvil Toyota al mejor jugador del partido, una tradición que nació con él. “Los jugadores teníamos un compromiso enorme entre todos. No nos permitíamos perder y estábamos liderados por un gran capitán, el mejor que tuve, Víctor Espárrago. Juan Martín Mugica impuso un estilo y los jugadores nos identificamos con él”, recordaba.
Tras su retiro se desempeñó brevemente como entrenador en Racing y en las inferiores de Nacional, donde trabajó con el grupo que luego fue campeón de la Copa Libertadores Sub 20.
(Fuente: Ovación)