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La historia empieza con el robo de una moto en San Carlos en la madrugada del viernes 1 de febrero. El propietario concurrió a la Seccional 2ª de policía y radicó la denuncia. La moto estaba estacionada en la calle, constó en la denuncia.

Pasado el fin de semana, los efectivos de la Seccional 2ª de San Carlos recibieron un llamado de sus colegas de la 1ª de Maldonado, la que está frente a la plaza, en la que les informaban que tenían a una mujer de 25 años, A.G., uno de los personajes de esta historia. Estaba presa porque fue descubierta circulando en moto Baccio Px 110 azul y negra, denunciada como robada en San Carlos.

Los funcionarios de las dos comisarías empezaron a tirar de las piolas que habían atrapado en esta historia, y desenrollaron la madeja de todo lo ocurrido.

A.G. les dijo que la moto se la había comprado a J.B., y que ella no sabía nada que era robada.

J.B. fue detenido y terminó aceptando que él le había pasado la moto a A.G., pero aclaró que no fue estrictamente una venta, sino que con esa cesión le había pagado a la mujer una deuda por la droga que ella le suministraba con regularidad.

Los funcionarios policiales informaron a la juez penal de San Carlos, que tenían detenidos a A.G., y a J.B., y que pensaban que tenían un caso. La juez dispuso que le llevaran a los detenidos este miércoles 6 de febrero.

Revisado el caso, la magistrado dispuso que A.G. marchara a la cárcel por haber cometido un delito de violación a la ley de estupefacientes en la modalidad de ofrecimiento en venta o negocio de cualquier modo de drogas. Y agregó que había cometido el delito en reiteración real, junto con un delito de receptación, en clara alusión a haber recibido moto robada a cambio de deuda por venta de droga.

J.B., en cambio, convenció a la juez que aunque le comprara drogas a A.G., ya estaba concurriendo al Centro Beraca, especializado en la recuperación de droga dependientes.

La magistrado procesó a J.B. por haber cometido un delito apropiación indebida (de moto estacionada en la calle), pero no le recortó su libertad. Transó con el acusado que en lugar de ir preso, deberá seguir concurriendo al Centro Beraca, donde él le dijo que ya iba por propia voluntad, pero que debería traer constancias de sus sesiones en ese establecimiento.
ZL