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La tirantez entre los trabajadores y la Compañía Nacional de Cementos S.A. data desde que la patronal desconoció algunos puntos acordados en el convenio colectivo firmado en marzo de 2011.

Según refiere la Asociación de Empleados del Cemento y Afines (Aleca), en un comunicado a la población, recién en febrero de este año lograron cobrar la compensación por transporte acordada.

Semanas después, la empresa informó que enviaría a seguro de paro rotativo a varios trabajadores alegando dificultades económicas.

Sin embargo, según Aleca, diversa documentación prueba que el argumento de la crisis no tiene sustento, porque en ese período fue adquirida maquinaria y se anunció una inversión de US$ 1 millón para incrementar “siete veces la capacidad de producción de la planta”. Por ese motivo, antes de Semana de Turismo los funcionarios agremiados resolvieron acampar en el ingreso de la fábrica.

En su comunicado, el gremio sostiene que en ningún momento decretó una huelga y que tampoco impidió el funcionamiento de la planta. De hecho, agregan que después este martes 10 de abril retomaron sus tareas con la esperanza de que el conflicto se dirima en el MTSS y a nivel judicial.

Una de esas instancias se cumple este martes 17 en el MTSS de Montevideo. ALECA enfatizó que “en tiempos de éxito comercial para la empresa es tan justo como merecido intentar al menos mejorar” los salarios y las condiciones laborales, que en muchos puntos no requerían de grandes erogaciones por parte de la Compañía Nacional de Cementos S.A.

Desde hace varias semanas los dirigentes gremiales consultados por FM Gente afirman que el envío a Seguro de Paro y los despidos son una consecuencia de las conquistas de los trabajadores y las medidas de lucha que han instrumentado para alcanzarlas.