Ocurrió sobre las siete de esta mañana, unos cien metros antes de la avenida Luis Alberto de Herrera, cuando un hombre de 22 años perdió el control del Fiat Cinquecento que conducía en completo estado de ebriedad. En Paysandú murió un peón y en Toledo Chico una adolescente, ambos atropellados por conductores borrachos.
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WhatsAppRodrigo Fernández, de 27 años, murió cuando otro joven que conducía el auto en que viajaban perdió el dominio del volante y se estrelló contra un árbol. Esto ocurrió sobre las 7:00 de este domingo, mientras circulaban desde San Carlos a Maldonado.
Marco Viera, el conductor, sufrió lesiones de escasa entidad y relató que al llegar al repecho previo a Luis Alberto de Herrera, a la altura de la ex Cylsa, perdió el dominio del auto. Se fue hacia el cantero central e intentó dominarlo, pero el volantazo lo llevó hacia la banquina derecha, donde impactó contra un árbol. Ese fue el golpe que mató a Rodrigo Fernández.
Después el Fiat dio varias vueltas sobre sí y rozó una columna de alumbrado público. Otra joven que tripulaba el auto, solamente identificada como Shirley, sufrió graves lesiones. Los dos acompañantes fueron sacados por los bomberos, tras quedar atrapados dentro del auto.
Viera presentaba 3.0 gramos de alcohol por litro de sangre, un estado de ebriedad que impresionó a los efectivos que realizaron la espirometría.
OTROS DOS CASOS FATALES
En la localidad de Toledo Chico murió una adolescente de 15 años al ser atropellada por un conductor borracho. Otro de 17 años se encuentra en estado de coma.
Los dos jóvenes iban en moto –sin casco- y fueron arrollados por un hombre de 49 años, que tenía 1.27 gramos de alcohol por litro de sangre.
Fernanda Duarte, que manejaba el ciclomotor, murió poco después del siniestro en el hospital Pasteur. Su acompañante, de iniciales A.E.P, permanece en coma en el hospital Maciel.
Por otra parte, un peón rural falleció esta mañana en Paysandú, atropellado por un borracho. Según informa El País digital, Omar Próspero viajaba sobre la banquina en su moto cuando fue atropellado por un auto que viajaba en su mismo sentido.
El conductor del vehículo estaba tan ebrio que se fugó del lugar sin prestarle atención a la víctima, que murió poco después. A cuatro kilómetros de distancia el homicida chocó contra un mojón de la ruta y se quedó dormido dentro de su vehículo.
La espirometría realizada por Caminera estableció que tenía 2.11 gramos de alcohol por litro de sangre.
(foto: archivo)
26 Nov 2024
15:00
