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Personal de Radio Patrulla cumplía con su habitual labor de patrullaje este domingo por las calles de la ciudad de Maldonado, atentos a varias alertas posibles, una de ellas, a personas abocadas a ensuciar y estropear propiedad privada y pública con sus amenazantes pinturas.

El grafitero es un individuo que, además de darse lugar como un falso artista, anda con spray y pinturas de diferentes colores y texturas, para realizar lo que ellos consideran obras de arte. A los dueños de las propiedades afectadas, y hasta vehículos, no les parecen tan artísticas.

Al pasar por las cercanías del Liceo 5, en el cruce de las avenidas Lavalleja y Lussich, los funcionarios policiales advirtieron que en los techos del instituto de enseñanza había dos sombras humanas que se movían.

Rápidamente intuyeron que no se trataba de personas con ganas de estudiar, porque era domingo. Tampoco con gente que tuviera una misión o razón fuerte para estar allí, porque se movían como sombras, en actitud más parecida a quien se esconde, que a quien realiza una labor, cualquiera sea esta, aceptada por los responsables del lugar en que eran vistos.

SOLO UN SPRAY: ENCHASTRADORES

Por ello decidieron actuar, y la actuación derivó en la detención de dos chicos, de 15 y 16 años de edad, quienes llevaban consigo una única lata de pintura en spray. La reflexión inmediata era que si hacían pintadas en propiedades ajenas, o eran genios por tan escasa herramienta, o se trataba simplemente de enchastradores.

No fue difícil reunir pruebas de que eran esto último, jóvenes que tienen ningún respeto por la propiedad ajena a la que enchastraban a gusto y placer, por lo que se procedió a detenerlos y llevarlos a la Seccional 1ª de Maldonado, en pleno centro.

Enterada del caso una representante de la Justicia con competencia sobre conductas de menores, dispuso velozmente le llevaran a los dos jóvenes (y el spray) a su despacho.

Después de las actuaciones, la representante judicial decidió llamar a los responsables (mayores) de estos jovencitos, a quienes les entregaron a los dos chicos, pero antes les informó, a tutores y detenidos, en tono firme, como si fuera notificación oficial, que no deberían ser vueltos a pescar en conducta parecida, porque el desenlace no sería el mismo.