"A mal tiempo buena paella", ironizan en Piriápolis, luego que los operadores turísticos del balneario desafiaron al mal tiempo y, bajo lluvia, realizaron igual la Paella Gigante que da inicio a la temporada de verano. Unas 4000 porciones se vendieron a locatarios y turistas, en su mayoría argentinos, que llegaron al Pabellón de las Rosas en la noche del sábado a participar de la decimotercera edición del evento gastronómico. "No sobró ni un granito de arroz", dijo Carlos Fuentes, uno de los organizadores, a FM Gente.
Explicó que justo cuando iban a vertir los cientos de quilos de ingredientes en la paellera de cuatro metros de diámetro, se largó a llover. "Había que utilizar sí o sí los ingredientes preparados y cortados en los restaurantes de la zona, ya que muchos fueron descongelados y no podíamos volverlos a congelar", relató Fuentes.
Pero había un plan B. Los ocho chefs y sus 20 ayudantes, más algún voluntario, cubrieron la paellera con un enorme toldo que salvó la situación. Si bien hubo un importante retraso en la elaboración del plato, Fuentes dijo que los turistas y locatarios que fueron al Pabellón de las Rosas supieron entenderlo.
Así, bajo lluvia, una retroexcavadora tiró el arroz y el caldo se fue regando hasta que estuvieron listas las 4.000 porciones. "No sobró ni un granito de arroz en la paellera", graficó Fuentes. Hubo 1.200 comensales dentro del pabellón y el resto de las porciones se vendieron "para llevar".
No sólo participaron turistas. Un contingente de periodistas llegó también desde Argentina, con enviados de medios de ese país, Chile, Estados Unidos e Inglaterra, según Fuentes, invitados por Sol Líneas Aéreas.