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El reconocido operador inmobiliario Alberto Sader, quien ocupara importantes cargos en distintas organizaciones turísticas de Punta del Este, dijo que la alta temporada culminó el pasado domingo. “Me parece que no tiene sentido mentirnos entre nosotros mismos o no decir la verdad y acomodar las respuestas”, alertó Osacar. “La gente no iba ni a esperar a que terminara la quincena. Esa es una realidad que ya se veía venir”, y subrayó que la merma registrada en los alquileres tiene varias causas. “Acá se habla mucho de que se alquila en la ilegalidad, y yo creo que hay que cambiar el término; que no es ilegalidad sino informalidad”. Dijo que el fenómeno se ha dado mucho más que otras temporadas por la cantidad de impuestos que han recaído sobre las inmobiliarias, “han encarecido tan increíblemente el alquiler a través de una inmobiliaria que realmente la gente nos consulta, pedimos el precio, pero como no es nada difícil saber quien es el propietario de una casa, directamente hablan con el propietario y se arreglan su alquiler”.
Para Osacar, la segunda quincena de enero tendrá mucha gente, aunque auguró que será un 50% menos que la primera, en tanto respecto a febrero, señaló que “como siempre, es un signo de interrogación”, reclamando que definitivamente en cada mes de noviembre se promocione muy intensamente febrero “para no perderlo como lo estamos perdiendo en los últimos años”.
Antonio Díaz por su parte, inmobiliario de José Ignacio, reconoció que si bien esa exclusiva zona de la costa se ha visto llena, “la realidad es que no hemos trabajado absolutamente nada; hace tres meses que no se vende nada y mucha gente alquiló directo con los propietarios. Hay casas vacías y nunca se pensó que en José Ignacio hubiera casas vacías”. Agregó que además muchos propietarios optaron por utilizarlas ellos mismos durante enero y no “mal alquilarlas”.
Para Díaz, el más alto grado de incidencia negativa en el sector lo constituye el informalismo, ya que los inquilinos logran ahorrarse hasta un 30% (los alquileres más bajos pueden costar U$S 10.000) negociando de ese modo. “A nosotros nos bajó de 30 alquileres que teníamos el año pasado a 5. Para febrero no se ve movimiento, no hay consultas, el teléfono no suena prácticamente, no hay consultas por mail”, acotó.
Asimismo auguró un invierno muy duro ya que la comercialización de tierras en el entorno de José Ignacio se ha detenido y eso lleva como consecuencia que no haya obras, “yo creo que el pico de la crisis se va a sentir en junio-julio, o sea todo lo que estamos pasando ahora se va a sentir en el invierno”.
 
LA REALIDAD DE OTROS SECTORES
Fernando Massa, dirigente del Centro de Hoteles de Punta del Este señaló que la ocupación en el sector fue de un 85 a 90% en promedio, según los datos correspondientes a los últimos días de diciembre y primeros de este año, por lo cual el índice de ocupación ha sido menor que a similar periodo del año pasado. “Lo que ha sido fin de año y cerrándose esta primera quincena (de enero), ha sido prácticamente en porcentajes muy similar al año pasado, diría que hemos cerrado un buen fin de año y una buena quincena”, señaló Massa, quien dijo además que el nivel de reservas para la segunda quincena de enero, “es alentador, aunque siempre es un poco más floja y tiende a decaer en al última semana por el recambio de mes; pero podría decir que enero espera un cierre que catalogaríamos para la hotelería, bueno, y levemente inferior a lo que fue el año pasado”.
Por su parte, el empresario gastronómico del medio Walter Marrero, enclavado en la zona antigua de la península, afirmó que el cambio horario perjudicó al sector que podría haber trabajado muy bien. “Anduvo mucha gente del 25 (de diciembre) en adelante, estaba toda la colectividad brasilera, de Río Grande do Sul que ya son habitué (sic) de Punta del Este, y generalmente llenan todo; pero ahora lamentablemente está mermando creo que alrededor de un 30% respecto a todo lo que había en la primera quincena”. Señaló además que “nos perjudica notoriamente el adelanto de la hora; sigue perjudicando a la zona gastronómica, a los taxis, a los cines, porque en definitiva no se ahorra nada y lo que obliga es a pagar más a la gente, todavía, porque los que tienen triple horario pagan más caro”.
Respecto a las perspectivas para febrero, Marrero señaló que “vamos a ver que nos depara, yo la veo difícil, al menos la primer quincena de febrero va a ser dura porque lo que escucho es que no ha habido alquileres, y hay preocupación en las inmobiliarias”.
Redactado: R.A.