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César Teijón defendió la labor de los porteros físicos y apuntó contra la colocación de tótems de vigilancia en los edificios ya que, desde su perspectiva, la ausencia de atención personalizada puede ocasionar que los turistas decidan optar por otros destinos turísticos.

“Dar un servicio de turismo no es colocar una máquina (…) vamos cayendo vertiginosamente primero por un tema económico, y después por la precarización del servicio del turismo y eso es grave”, puntualizó.

No obstante, señaló que los propietarios prefieren recortar el número de trabajadores cuando no lograron solventar las exigencias económicas que el servicio requiere.

“Lo peor para Punta del Este es que los propietarios no tengan la solvencia para estar en un lugar de élite mundial (…) no puede ser que tengamos un edifico con 27 pisos y siete trabajadores en mayo, o cinco en junio porque entonces los números no dan”.

Con respecto a la situación de las mucamas explicó que, al tratarse de empleadas terciarizadas, el nivel de rotación es alto y eso genera una pérdida de confianza en los dueños de los apartamentos.

“En el sector de edificio lo que se toma en cuenta es la confianza de los años que está el personal, que es al que le dejan la llave y hacen el apartamento cuando se fueron a la playa o al restaurante (…) cuando ven que eso se pierden rescinden el servicio porque se entra a perder la confianza del día a día”.

Finalmente, aseguró que en los últimos años un gran número de empleadas entre 50 y 55 años quedaron por fuera del mercado laboral, ya que los empleadores prefieren contratar empleados más jóvenes, a los que les puedan pagar sueldos acorde a los costos que pueden asumir.

“La situación de los trabajadores va en declive, en diez años el sector estaría perdiendo un 30% de la mano de obra”, sentenció.



Foto: web Hoster

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