El sindicato de maestros de Maldonado retiró este miércoles a los docentes de las aulas en adhesión a la medida adoptada por Ademu Montevideo porque otra docente fue agredida por una madre. Valeria Kraft, integrante de la directiva de Ademu Maldonado dijo, además, a FM Gente que en la asamblea de este martes se comenzó a trabajar en ideas base para elaborar un protocolo para casos de violencia.
“Esto de la violencia es como la gota que derrama el vaso, no podemos permitirlo”, clamó Kraft al tratar de explicar por qué los niños quedaron sin clases este miércoles.
Argumentó que “nosotros volvemos a reafirmar, nosotros queremos trabajar, queremos dar clases, y queremos enseñar, pero queremos enseñar bajo condiciones dignas”.
VOLVER A PARAR
Kraft contó que “ayer estaba prevista una asamblea ordinaria cuando a la salida de las escuelas nos enteramos que había habido una agresión en Montevideo”.
“Frente a esto, Ademu Montevideo presenta la situación a la Federación Uruguaya de Maestros, la federación reúne el consejo directivo y no llegan a un acuerdo por un paro nacional, pero de todas maneras las filiales son independientes y pueden tomar sus propias decisiones”, agregó.
Expuso que “Ademu Montevideo se comunica con todas las filiales de las cuales Canelones apoya el paro, y justo nosotros estábamos reunidos en asamblea, no hubo que llamar a la asamblea urgente, se puso el tema sobre la mesa y se decidió acompañar a Montevideo y a Canelones”.
“Basados en que ya lo dijimos la semana pasada, el golpe, el límite, lo último que podemos tolerar, digo, que ni deberíamos tolerar, entonces en solidaridad con cualquier compañero del país tomamos esta decisión de acompañar el paro hoy”, redondeó.
UN PROTOCOLO
Kraft afirmó que “nosotros estamos siguiendo el tema (ocurrido en Maldonado), estamos en contacto permanente con la maestra que fue agredida, ayer nos comunicamos con ella, todavía la jueza no se expidió en una resolución sobre el caso”.
“Y ayer, en realidad, estábamos reunidos por otros temas, uno era empezar a buscar insumos para generar un protocolo o propuestas distintas frente a si suceden estos hechos, pero la asamblea era por otros temas”, admitió.
Dijo que eran “temas de funcionamiento normal de cualquier sindicato, (y) justo a la tarde, a las siete, a la salida de la escuela se comunican con nosotros y nosotros al estar reunidos se pone el tema para considerarlo”.
“Pero la asamblea era específico por esto, si bien estaba el tema para tratarse, sobre violencia, propuestas y perspectivas a futuro, pero no era lo que estábamos tratando cuando llegó la información”, admitió.
NI IDEA
Kraft expuso que desconoce la cantidad de niños de Maldonado que se quedaron sin clases este miércoles por la decisión de acompañar la decisión de los maestros de Montevideo.
“En cuanto a niños no puedo en este momento, no tengo enfrente la estadística, lo que sí puedo decir que en Maldonado somos aproximadamente 1.000 maestros de los cuales 600 son afiliados (al sindicato), y depende un poco del nivel de acatamiento” de los maestros al paro, la cantidad de chicos que se quedan sin sus clases, dijo.
Explicó y justificó: “La semana pasada fue alto el nivel de acatamiento en las escuelas, se dio también una movilización en la plaza, y bueno, nosotros volvemos a reafirmar, nosotros queremos trabajar, queremos dar clases, y queremos enseñar, pero queremos enseñar bajo condiciones dignas”.
“Además, nos parece también, como colectivo docente, que nosotros debemos dar el ejemplo de la solidaridad y del no a la violencia”, opinó, estableciendo su propia escala de valores.
LA PRIORIDAD
Kraft corrigió de inmediato la escala de valores que acababa de exponer: “A nosotros nos duele en lo más profundo que los chiquilines no tengan clases, lo hablamos en la asamblea, lo decimos en la prensa siempre, son nuestra prioridad”.
“Pero encontramos difícil en una situación como esta ir a las aulas y hacer como que está todo bien”, volvió a justificar la medida adoptada.
Indicó que “sabemos igual que tenemos otros mecanismos de lucha, que se han llevado a cabo paralelamente, como es hablar con los padres, las jornadas de reflexión que se llevan a cabo en las escuelas donde acontecen hechos de violencia”.
“Pero, nosotros afirmamos, queremos ir a las escuelas a enseñar, queremos enseñar a los niños con el ejemplo, dialogar, pero no podemos cuando la asamblea decide apoyar esta medida porque no podemos permitir que estas agresiones continúen en las escuelas”, volvió a opinar.
LA SALIDA: EL PROTOCOLO
Kraft dijo que “nosotros ayer, obviamente por las inquietudes que hubo la semana pasada de los compañeros, en realidad tiramos sobre la mesa empezar a generar propuestas” para elaborar un reglamento sobre cómo actuar frente a estos casos.
“Ayer no se iba a elaborar un protocolo, lo que se hizo fue un poco alentar a los compañeros a que fuéramos pensando formas”, aclaró.
Reveló que “algunas filiales de otros departamentos tienen un protocolo porque por lo general estos casos surgen de un momento a otro, es de suma urgencia tomar una decisión, y muchas veces no se puede llamar a una asamblea general urgente”.
“No es que no se pueda llamar, se puede llamar, pero es que a veces no son representativas porque por la urgencia no viene todo el mundo para decidir”, argumentó.
Redondeó que “entonces, el armar un protocolo es una idea que algunas filiales ya llevaron a cabo, cada filial decide cómo, y nosotros lo pusimos sobre la mesa”.
foto: movilización de maestros en plaza San Fernando, facebook de Valeria Kraft.