En la tarde antes de ausentarse de su hogar, el 25 de octubre, Gimena Donate le envió un mensaje a su hermana Claudia. Le escribió que quería “tirarse al mar” “que ya no quería seguir viviendo”. Claudia salió inmediatamente a buscarla y la llevó a la mutualista donde se atiende. Pero no recibió la atención esperada.
“No deberían de seguir pasando estas cosas”, lamentó Claudia en diálogo con FM GENTE. “Cuando alguien llega pidiendo por favor que se la atienda, creo que deberían atender un poco más rápido”, reclamó.
“Mi hermana Gimena estaba presentando una angustia muy grande el día viernes (25 de octubre). En la tarde me envía un mensaje y me dice que se quiere tirar al mar, que ya no quiere seguir viviendo”, relató.
Claudia salió inmediatamente a buscarla y la llevó a su mutualista. “La atendió una doctora y me dijo que esperara, que iba a llamar a un psiquiatra de guardia. Esperamos cuatro horas”, contó.
“Cuando la atendió el psiquiatra, ella misma le dijo al médico que no quería seguir viviendo, que ella seguía con esa angustia. El día martes de esa misma semana él la había atendido y le había subido la medicación”, continuó.
Claudia señaló que ella también le pidió “por favor” al psiquiatra que la internara. “Él le dijo que no era necesario, que no estaba atentando contra su vida y que podía tomar más alplacin, que podía tomar hasta seis miligramos ya que demoraba en hacer efecto. Y la mandó a su casa”, añadió.
Claudia manifestó que esperaba otra respuesta, por ejemplo, pensó que el psiquiatra se comunicaría con el grupo de médicos tratantes de Gimena, que tienen conocimiento y seguimiento de su caso. “Yo hasta el bolso había llevado, pensé que me iban a apoyar y la iban a internar”, lamentó.
“Salimos de ahí y ella me dijo que no quería seguir viviendo. Sentí que no tenía apoyo de la mutualista. Nosotros no podíamos sostenerla, la cuidábamos permanentemente para que ella no fuera a cometer ninguna locura, pero en un momento salió de la casa y ya no regresó”, contó.
“La buscamos hasta el día martes que apareció ahogada en la playa de Piriápolis”. “No deberían de seguir pasando estas cosas cuando alguien llega pidiendo por favor que se la atienda, creo que deberían atender un poco más rápido”, reclamó.
“Si ella está diciendo que no quiere vivir más, que no puede con su vida y el familiar está pidiendo por favor que lo ayuden …”.
Claudia consideró que si internaban a su hermana, ella estaría “más sostenida”. “Hasta ver que ella aflojara un poquito y mejorara. No tuve ningún apoyo”.
Gimena Donate falleció el 26 de octubre, tenía 37 años y era madre de dos niñas.