La Intendencia de Maldonado analiza mecanismos para habilitar a grupos de productores avícolas y viveros a retirar mejillones acumulados entre El Emir y la Punta de la Salina, en Punta del Este. En tanto, cuadrillas de funcionarios continuarán con el retiro paulatino del material en descomposición, que ha desatado quejas de turistas y administradores de edificios de la zona.
El oceanógrafo Pablo Núñez, encargado de la Unidad de Gestión Costera de la dirección de Higiene y Protección Ambiental de la intendencia de Maldonado admitió a FM Gente que el tema “preocupa” pero advirtió que es necesaria una solución compatible con el ecosistema existente en el lugar.
“En una ciudad turística no se puede permitir que la gente pase mal, pero también hay que contemplar la parte natural para mantener el ecosistema y asegurar la supervivencia de aves migratorias en peligro, que hacen escala en Punta del Este y se alimentan de estos mejillones”, explicó el profesional.
Detalló que el material se acumula sobre la rambla circunvalación debido al arrastre de las corrientes del sector Este y la falta de temporales, y que el mal olor es propiciado por las altas temperaturas.
“Se han hecho algunos retiros de volumen importante, todavía quedan por retirar. El problema es que no se pueden desafectar otros trabajos importantes en la zona, por lo cual se está haciendo en forma paulatina”, argumentó.
Agregó que se estudia firmar un convenio o algún tipo de acuerdo para que avícolas de la zona o viveros retiren parte del material. Según dijo, suele molerse y utilizarse como ración para las aves de corral debido a su alta concentración de calcio. Con esto, podría acelerarse el proceso de retiro.
La definición se tomará la semana próxima, aunque no será una solución completa, precisó.
Por otra parte, Núñez confirmó que a partir de esta temporada las intendencias costeras asumirán solas el trabajo de muestreo y monitoreo de la calidad de sus aguas. Para esto, recibieron diversos aparatos de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) que desde 1994 realizaba la tarea en conjunto con los gobiernos departamentales.
Maldonado recibió un sensor para la toma de parámetros de salinidad, conductividad y temperatura, oxígeno disuelto y PH. También un aparato que permite determinar las concentraciones de clorofila y conocer si existen floraciones de algas. En total son cuatro aparatos, que se suman a otro para determinar la presencia de coliformes, indicó.
mr