La policía trabajaba sobre el hurto cometido en una finca del barrio Lausana, donde se observó a un vehículo de determinada marca en el lugar del hecho, cuando llegó una denuncia de una persona que dio cobijo a otrA pero lo robó. Este caso permitió aclarar también el otro hurto. El sujeto que no respetó los códigos fue detenido y condenado.
LOS HECHOS
En la tarde del lunes 24 de octubre se tomó conocimiento que a una casa ubicada en barrio Lausana desconocidos habían ingresado para hurtar 3.000 pesos uruguayos, una laptop y una garrafa de 13 kg.
Realizadas las averiguaciones y mediante el análisis de los registros fílmicos aportados se identificó a un auto marca Fiat en la zona.
Próximo a las 12:30 horas del martes 25, en momentos que personal policial realizaba recorridas se localizó el vehículo y al conductor, un hombre identificado con las iniciales B.P.T. de 29 años.
Posteriormente se tomó conocimiento de otro hurto donde se denunció por una persona que había permitido a B.P.T. que se quedara en su domicilio unos días, la desaparición de dos baterías de vehículo.
La fiscalía ordenó la detención del sujeto y su puesta a disposición del Juzgado Penal de 4° Turno, donde fue dispuesta la condena de B.P.T. por dos delitos de hurto, uno de ellos especialmente agravado en régimen de reiteración real.
La pena fue de 13 meses de prisión sustituida por libertad a prueba: los primeros dos meses de arresto domiciliario nocturno y con obligaciones que marca la norma para estos casos durante el período.