Tras los daños y robos cometidos contra la sede religiosa, la comunidad parroquial trabaja para enrejar el local ubicado en las calles Sarandí y Joaquín de Viana. Para eso llaman a la solidaridad de herreros que puedan colaborar con mano de obra, así como hierro y rejas viejas.
También están tratando de conseguir un equipo de audio con dos micrófonos y un mixer, como el que fue sustraído en el robo del lunes.
Ese día, la Parroquia fundada por el padre Domingo fue víctima de un ataque de vándalos que causaron destrozos y se llevaron, además, ropa destinada a personas cadenciadas.