La avenida Leonardo da Vinci fue tomada como el núcleo de la metáfora de lo que es Maldonado. Al este de la avenida, el asentamiento El Placer, que da título a la película. Al oeste, Rincón del Indio, una zona residencial que sintetiza el objetivo de vida que fantasean la mayoría de los habitantes de Maldonado. Carlos Méndez y Sebastián Contreras, se pararon sobre la Da Vinci, e hicieron una película que prometen, es inquietante.
Los realizadores de la película “El Placer” se preparan para dar su gran examen: exhibir su mayor trabajo cinematográfico ante el público. Antes, llegaron a FM Gente a contar de su proyecto.
LÍNEA ARGUMENTAL, LA GENTE
Méndez y Contreras confiesan con sencillez que hicieron todos los trabajos de la filmación, y que en esta etapa, cuando les piden una ficha técnica, no saben qué poner.
Méndez arrancó ubicando que “se llama ‘El Placer’ porque parte desde el barrio El Placer, y habla sobre el departamento, sobre su economía, sobre su gente, y su sociedad”.
Narró las vicisitudes de realización desde 2008, hasta dar con un financiamiento de Procultura de la Intendencia de Maldonado que les permitió completar la película.
Quedó “una película con principio y fin, y un montón de cosas adentro sobre Maldonado”, dijo.
“El proceso fue difícil, pero muy disfrutable en la medida que es genero documental, y que agarramos la cámara y salimos a filmar a determinadas personas, barrios, y gente común; la película habla de gente común radicada en ‘El Placer’”, un lugar al que les cuesta llamar asentamiento a lo largo de la entrevista.
Méndez procura ser más explícito cuando expone que “la historia es de personas, como está hecho todo Maldonado, que vienen de otras partes del interior del Uruguay a buscar un mejor pasar; nos encontramos con historias muy diferentes, por qué la gente llega acá, de qué manera llega, qué es lo que le pasa, qué logra conseguir y qué no logra conseguir”.
“También busca pensar Maldonado; por qué la sociedad de Maldonado es así, cómo son las temporadas (de turismo); no hacemos hincapié en la temporada; sí en cómo vivimos el resto del año que no es temporada”, avanza.
Señala que refleja “lo que plantea la gente con la que conversamos, cómo esas personas se sienten esperando esa temporada, como mítica en un punto, que pasan 10 días, y después, bueno…, está todo el año para vivir y a ver qué hacen, y cómo hacen para sobrevivir; ese proceso es lo que nos configura, en cierta medida, nuestra identidad fernandina”.
EL GUIÓN, LA REFLEXIÓN, Y LA METÁFORA
Contreras, en un tono más apagado, más intelectual que el de Méndez, pero reflejando igual entusiasmo, explicó que “si bien a priori no había un guión establecido, sí habían muchas líneas, puntas, y hay mucho tiempo de reflexión y diálogo entre nosotros para irla haciendo; surge más de eso”, apuntó.
Se presenta como alguien que estudió “cine, y estudié historia también; y creo que quizás la película surja más de un interés sociológico y hasta autobiográfico, que de un interés puramente cinematográfico; no está hecha desde la forma clásica de hacer cine”, confesó.
“No se trata de usar una forma industrial de cine; (el proyecto) podía haber sido una novela, podían haber sido canciones; elegimos como forma de expresión, las imágenes en movimiento, el cine”, aseguró.
Para Contreras, con la película terminada descubren que “’El Placer’, en realidad funciona como una especie de metáfora de la sociedad de Maldonado; si nos paramos en el muelle, de un lado tenemos un edificio de tales características, y de este lado tenemos un asentamiento irregular; esa contradicción que existe en la sociedad de Maldonado, es el núcleo central de la película”.
Méndez, egresado de ciencias de las comunicaciones, matiza que “esa diferencia clara que había, esa calle que separa realidades totalmente diferentes, en cierta medida para mucha gente que nació y creció en Maldonado, es como un sueño: poder acceder a eso también”.
UN EXPERIMENTO DOCUMENTAL
Para Méndez es como “un experimento documental” que no puede ser encasillada como un documental. “Es como un experimento del pensamiento, y poder expresarnos a través del cine, a través de ese género”, dice con entusiasmo.
“Cuando empezamos en ‘El Placer’ se fue haciendo como un pensamiento, íbamos descubriendo la realidad, encontrando historias, y eso nos hacía pensar otras cosas; y así se fue construyendo la película; (por eso) la película termina siendo como una reflexión sobre todo Maldonado”, lanza, a modo de desafío.
Afirma que “hay dos tipos de entrevistas y testimonios, de personas que están asentados en ‘El Placer’, y hay entrevistas a historiadores y referentes de Maldonado, por ejemplo, Eduardo Elinger, que da su visión sobre Maldonado; Alejandro Passadore, un empresario inmobiliario; Ricardo Weiss, también muy relacionado al sector de la construcción; un historiador, Marciano Durán, que nos da una visión sobre la cultura”.
“Hay una parte en la que relacionamos la política como manifestación de lo social; entonces son como tres núcleos: la sociedad de Maldonado, los medios masivos de comunicación y cómo funciona la cultura en Maldonado, y el medio político; son como tres grandes núcleos de pensamiento”, sintetiza.
Precisa que la película “no es que se cuente una historia propiamente dicha, nuestra intención es que (a quienes la vean) les quede algo que las deje pensando en la situación cotidiana que ellos viven; si podemos lograr eso, es lo mejor que nos puede pasar, dejar pensando a las personas que viven en esta ciudad sobre su propia realidad, sobre las cosas que viven a diario, sobre las cosas que nos configuran y nos hacen”.
Después de revelar otros datos, como el financiamiento (abrumadoramente mayoritario salió de sus bolsillos), invitaron a todo quién quiera verla el 27 de abril, en el cine teatro Cantegril, a las 21:30 horas, con entrada libre y gratuita.
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Entrevista: Alexis Cadimar