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Eric Krame, un joven de 26 años nacido en Maldonado, vivía una realidad muy alejada de los grandes escenarios futbolísticos. Antes de recibir la llamada que transformaría su carrera, Krame trabajaba como playero en un edificio en Punta del Este, realizando su labor de 15:00 a 23:00. A la par, entrenaba por las mañanas, pero su futuro en el fútbol no parecía tan claro.

A pesar de sus esfuerzos, Krame no esperaba un futuro brillante en el deporte. Había jugado en equipos como Rocha, Atlético Fernandino, Peñarol de Maldonado e Ituzaingó, pero nunca pensó que tendría una oportunidad fuera de Uruguay. Su vida dio un giro inesperado cuando decidió hacer una publicación en un grupo de Facebook destinado a futbolistas en busca de pruebas. En ese mensaje, ofreció su disposición para viajar si surgía una oportunidad real.

La publicación fue vista por Gustavo Iturburo, ídolo histórico de Unión Magdalena, quien no dudó en recomendar a Krame tras verlo jugar. En poco tiempo, el joven futbolista recibió la confirmación del entrenador del equipo, Jorge Luis Pinto, y en solo una semana estaba organizando su viaje y los detalles del contrato.

El cambio fue asombroso. De estar en el fútbol amateur en Maldonado, pasó a formar parte del profesionalismo en Colombia. Krame se sorprendió por la infraestructura y el cuidado profesional que encontró en Unión Magdalena. La calidad de los entrenamientos, la atención a los detalles y los cuidados que recibía en su día a día le parecieron un mundo completamente diferente. El joven uruguayo se dio cuenta de que, por fin, podía vivir de lo que amaba, y eso lo motivaba a rendir al máximo.

En su segundo partido, Krame marcó un golazo contra Deportivo Independiente Medellín. Las imágenes se hicieron virales rápidamente.

Ahora, después de su destacada actuación en Colombia, se siente agradecido y no ve con buenos ojos regresar a Uruguay. Si volviera, lo haría solo para unirse a uno de los grandes como Peñarol y Nacional. A pesar de las ofertas que surgieron, el jugador prefiere seguir en Colombia, donde finalmente ha encontrado el reconocimiento y la oportunidad que tanto luchó por conseguir.

El jugador contó que soñaba con jugar, al menos, en la Segunda División de Uruguay, hoy vive un sueño que aún le cuesta creer.

Se rumorea que en las próximas horas podría cambiar de equipo en la liga colombiana.

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