El jefe de Policía, Eduardo Martínez, se reunió anoche con vecinos de camino a la Laguna, a raíz de un incidente entre policías y un grupo de menores el pasado sábado. Según relataron, los menores fueron atacados por dos policías que detonaron uno o más proyectiles, presumiblemente con fines intimidatorios. El caso está siendo investigado al más alto nivel, según lo confirmó esta mañana en GENTE, el jefe Martínez.
Martínez relató “a grandes rasgos”, que el sábado “hubo un operativo muy grande en todo el departamento” y que recibieron “un alerta por parte de una persona sobre un grupo de personas que estaban próximos a un negocio. Aparece un vehículo policial con un par de policías, sé que algo como eso de dar un susto disparan. Los chicos que resultaron ser vecinos de allí que estaban disfrutando simplemente de ese rato”.
“La preocupación más grande luego de dar las explicaciones operativas del caso, lo que nos dejó mal como a los padres y a los chiquilines también es la posibilidad, porque nosotros no podemos prejuzgar. Tenemos que dejar bien determinado para decirlo finalmente, el haberse utilizado posiblemente –insisto en decirlo así hasta que pueda determinarse fehacientemente- hay elementos que nos hace pensar que fue así”, señaló el jerarca.
Añadió que en la noche del lunes, a penas 45 minutos después de terminada la reunión con los vecinos de la zona, se reunió con el comando y designó al director de seguridad de Jefatura para que hiciera una investigación de urgencia. “Anoche mismo estaba determinado, porque los vehículos que andaban en la calle sabíamos donde estaban. Además los policías establecen que fueron ellos los que estuvieron en el lugar”, detalló.
CHICOS SANOS
Por su parte la abuela de uno de los jóvenes, dijo a nuestra emisora la barra de adolescentes que son del barrio, no estaba cometiendo ningún ilícito y lamentó la actitud policial.
“Los chicos estaban por la calle Ñangapiré, aprovechando la noche de calor con sus patinetas. Todos los días hacen esa actividad, van y vienen, y de pronto pasó una camioneta roja doble cabina hacia adentro. De repente aparecen dos tipos de particular que los empezaron a corretear. Dos de ellos fueron atrapados, según relato de ellos, las balas picoteaban a su alrededor. Se encontró un casquillo de una nueve milímetros, no de arma de reglamento”.
La mujer añadió que el jefe les explicó que el arma de reglamento no había sido disparada. “Pero nos quedan las dudas, que ellos saben quienes son los chicos que tienen que corretear porque hacen cosas incorrectas. Pero los chicos estos no. Todo el barrio los conoce, son cuatro o cinco que andan patineta abajo del brazo todo el día. Con eso no se hace daño a nadie”, lamentó.
Explicó que todos son buenos estudiantes y que jamás cometieron ningún delito. “Todos somos gente de trabajo y entre todos nos ayudamos. Esta clase de seguridad no es la que pide el barrio. No de esta manera, porque si me vienen y me roban tengo que recurrir a la policía, pero no para que saquen armas y tiroteen al primero que pase”, reclamó la abuela.