La extensión del jabalí en el territorio, las jaurías de perros abandonados por turistas y el abigeato, son tres factores determinantes en el descenso del número de lanares en el departamento, según el edil nacionalista, Carlos Stajano. Estas circunstancias, a su juicio, desestimulan la producción ovina en la zona.
Para edil, en el caso del abigeato, Maldonado presenta características especiales por la alta densidad de población que registra. “Porque es un departamento que está muy poblado y cuánto más población hay cerca de las zonas rurales, la presencia de gente que roba es mayor. Otro estímulo para los ladrones es que el precio del ovino es más alto”, agregó.
En muchos casos, según Stajano, los jueces consideran el abigeato un delito menor por la sobrepoblación que se registra en las cárceles. “La gente roba y queda libre a las 24 horas. Esto es un desestímulo para el productor”, añadió. También especfiicó que hay un abigeato que, por su cantidad, es “organizado” y otro, que genera la mayoría de los delitos, que es “menor pero constante”.
Para revertir esta tendencia, el legislador propuso el control de los predios por parte de los mismos productores para quee stos a su vez, le den la información a la policía. La Policía, además, “debe estar respaldada por un por un Poder Judicial que tenga lugar donde poner a esta gente para que cumpla su pena”.
Los otros dos factores que denuncia Stajano son la presencia del jabalí que “se incrementó en el correr de los años” y las jaurías de perros abandonados. Estos animales, dijo, “hacen jaurías grandes” y necesitan alimento. “Entran a predios rurales y producen matanzas grandes, aunque no se coman a los ovinos. Puede ocasionar un gran perjuicio porque una matanza de 10 ovinos hoy son 1000 dólares”, indicó.
“La producción ovina debe ser de las más rentables actualmente, pero el productor no la puede llevar a cabo por estos destímulos que tiene”, concluyó el edil.