La Federación Médica del Interior (FEMI) dio a conocer un documento tras su comparecencia en el Senado por la Rendición de Cuentas. Manifestó su preocupación por algunos aspectos que están siendo analizados en estos días en la Rendición de Cuentas, y por los que asistió el viernes pasado a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado.
FEMI en su comunicación dio cuenta de la carencia de médicos en el interior y la diferencia con la capital del país. Asimismo se destacó aún más esa carencia en especialistas, donde el interior no es atendido como debería ser.
El documento de la Federación Médica del Interior expresa en forma textual:
“El sistema de salud del interior en general y la realidad actual del trabajo médico en las diferentes regiones país necesitan ser abordados proporcionalmente en función a sus servicios y cobertura para poder comenzar a nivelar las asimetrías existentes.
Estas asimetrías se verifican tanto en los servicios de salud que se brindan a la población como en la distribución de los recursos humanos tanto dentro del territorio nacional, como dentro del mismo interior del país.
El 70% de los usuarios de ASSE corresponde al interior del país. Sin embargo, el escenario actual nos enfrenta a la terrible realidad de que en la capital hay 74 médicos cada 10.000 habitantes, mientras que en el interior hay solamente 24 médicos para la misma cantidad de personas.
Esta falencia se hace más notoria en varias especialidades básicas (pediatría, medicina familiar, ginecología, entre otras): por dar un ejemplo, en el interior del país hay aproximadamente 1 pediatra cada 350 niños y adolescentes, mientras que en la capital hay aproximadamente 1 pediatra cada 107 niños y adolescentes.
Es decir que el interior tiene 40% menos de los pediatras que debería tener para atender a esta población objetivo.
Solamente el 30% de los médicos está en el interior del país, y menos del 7% al norte del Río Negro.
A pesar de esta distribución (y es importante tener en cuenta que el caudal de usuarios de ASSE aumentó un 10% en los últimos dos años), la administración estatal tiene un presupuesto de $U40:000.000 aproximadamente, pero destina menos de la mitad a los centros del interior del país, aunque allí esté el 70% de los usuarios.
En el senado hemos planteado que el presupuesto asignado es insuficiente y que es imperiosa la necesidad de que se destinen mayores recursos para poder cubrir la demanda asistencial de ASSE en el interior.
En especial FEMI reivindica que los fondos sean volcados de forma más equitativa y proporcional en todo el territorio nacional, con especial énfasis en el norte del Río Negro.
Como federación hemos planteado estas y otras preocupaciones, así como la necesidad de atender la situación de los médicos rurales que trabajan en el interior profundo.
La Sociedad de Medicina Rural ha constatado que la radicación de médicos en pequeñas comunidades se redujo un 30% en los últimos años.
En especial, FEMI planteó su preocupación por la situación de la salud mental en el interior, con tasas de suicidio de las más altas de la región en Treinta y Tres y Rocha, por ejemplo.
En este sentido hemos solicitado reforzar o crear equipos de salud mental en las unidades ejecutoras del interior. Un psiquiatra no es suficiente, la figura del psicólogo y de los licenciados en trabajo social forman parte de los equipos de salud mental y deben incorporarse efectivamente a los equipos en todo el territorio.
Por último, entendemos fundamental el apoyo y al fortalecimiento de la carrera de Medicina en el interior.
El proceso exitoso en el litoral norte del país (comenzó con 7 alumnos y hoy en día hay más de 800 solo en la carrera de doctor en medicina), necesita potenciarse.
Este aumento exponencial de la matrícula de estudiantes de la carrera en doctor en medicina en el interior demanda un fortalecimiento del presupuesto que haga sostenible el sistema en el futuro próximo.
Esto impacta directamente en las posibilidades de radicación de los médicos en los diferentes departamentos, mejorando la equidad geográfica y la pertinencia social de los procesos de formación avanzada.
El país no está partido en dos. No hay un solo interior y la distribución presupuestal debe estar acorde”.