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Gonzalo Abella, ambientalista desencantado el Frente Amplio, lidera el conglomerado que ahora se llama Unidad Popular y que está integrado en un 60% por militantes de izquierda pero también cuenta con blancos y colorados. El sector mayoritario es Asamblea Popular y todos tienen en común la visión de que los sucesivos gobiernos frenteamplistas están “rematando el país al compás de las transnacionales” sin generar un proyecto autosustentable.

Unidad Popular es “un collage de gente que viene desengañada del Frente Amplio, ambientalistas, saravistas orejanos y gente que entronca con el viejo batllismo social. Es un conglomerado interesante que plantea cosas sencillas. “La esencia es tratar de convencer a la gente de que vale la pena ser un partido de ideas y no una simple cooperativa de votos que baila al compás de las transnacionales”, enfatizó Abella.

“No estamos planteando una revolución socialista radical, aunque en nuestras filas hay gente que lo cree así. Lo que busca Unidad Popular es un programa de emergencia o de salvación para recuperar un proyecto de país”, afirmó. “Hay que recuperar la dignidad de la tierra y del trabajo, apostar primero a nosotros mismos y después, bienvenida la inversión extranjera”.

A modo de ejemplo, Abella vaticinó que sin un proyecto a futuro Punta del Este se convertirá “en una cloaca”. “Lo que lo salva de ser una cloaca es el invierno, que da tiempo a la naturaleza a recuperarse”, comentó, desde su visión ambientalista. Pero también discrepa con los políticos que están preocupados en “mantenerse atornillados al sillón” y por eso necesitan resultados a dos o tres años.

“Los turistas de plata son mucho más inteligentes que los operadores y los gobernantes, que piensan en el año que viene. Por eso la obsesión por los cruceros que vendrán el año que viene y no un futuro estratégico. Sin un cambio de mentalidad, que puede llevar años, transformarán a Punta del Este en una cloaca”, sentenció.

TRES DIPUTADOS PARA EL DEBATE

Abella cree que el gobierno del Frente Amplio intenta neutralizar el potencial de Unidad Popular, ejerciendo su “autoritarismo” para que “los grandes medios” de comunicación ignoren las propuestas y lancen “ideas tendenciosas” contra el conglomerado.

“No sé a dónde vamos a llegar con un muro tremendo de silencio y sin plata, pero frente a ese trabajo somos guerrilleros de la ideas porque estamos en todos lados”, comentó Abella, quien aspira a conseguir tres diputados y un senador para generar un debate parlamentario sobre grandes temas del país.

“La megaminería, los crímenes de la fumigación de la soja transgénica,los peligros del monocultivo forestal y los riesgos de un país que está rematando su riqueza y gira en torno a la inversión extranjera, sin un proyecto propio”, son los temas que Unidad Popular quiere debatir “llevando con un legislador la postura de los que no tienen voz”.

El candidato también entiende que “no existen partidos de ideas, que el Frente Amplio es hoy un partido de derecha por la forma en que remata al país, entrega la tierra el extranjero y se arrastra ante Estados Unidos. Ante eso no existen distintas versiones, sólo hay matices”, concluyó.