L.G.G.A., de 18 años, resultó ser el autor de las llamadas telefónicas al Liceo Departamental en las que denunciaba haber colocado aparatos explosivos en el local de estudios. La jueza de 2º turno, Adriana Graziuso, lo procesó sin prisión tipificándole un delito de simulación de delito.
El joven no es estudiante ni tiene relación con el liceo.
Por otra parte, varios adolescentes fueron interrogados por el mismo asunto, pero sólo dos de ellos, de 16 años, admitieron haber realizado maniobras similares a las de L.G.G.A.. No obstante, la jueza no se expidió respecto a estos últimos.
L.G.G.A es el primer mayor de edad indagado por la seguidilla de amenazas de bomba que afectan a varias instituciones públicas desde julio y es también el primer procesado.
El resto han sido adolescentes menores de edad que fueron entregados a sus responsables "bajo recibo". En el caso de las amenazas al liceo de Pan de Azúcar, son tres las estudiantes para quienes las autoridades educativas consideran una sanción "ejemplarizante".