En los primeros días de agosto, Maite Cáceres Grolero partirá hacia los Estados Unidos. Allí concretará un sueño que el año pasado quedó trunco por la pandemia: llevará adelante un plan de carreras que incluye manejar un F4, participar en carreras en Washington e Illinois, y testear en el circuito de Austin. Maite, que lleva el motor y las carreras en su genética -es hija de Fernando y hermana de Juan Cáceres- contó en FM GENTE cómo encara esta etapa y también que le costó convencer a su familia.
Es simpática, risueña, muy dulce y excelente estudiante. Tiene amigas, estudió en instituciones de la zona, destacó por sus logros académicos y comparte los gustos de cualquier adolescente.
Sin embargo, Maite Cáceres no es una joven más y la etapa que encarará desde agosto lo prueba: será la primera uruguaya que desafiará al automovilismo fuera de fronteras y para eso probará y correrá en la Eastern F4 de EEUU.
"Lo que se hereda no se roba", dicen las abuelas y en el caso de Maite nunca tan certero: es hija de Fernando Cáceres, quien ha corrido cuanta cosa tenga ruedas y es el artífice de la Fórmula E en Punta del Este, pero también es hermana de Juan "Fufi" Cáceres, hasta hoy, el único uruguayo que llegó a probar en F1 también después de haber corrido en todo lo posible. Y su madre, Rosina Gorlero, le aportó el temple de quien sabe lo que significa cada carrera, de quien acompaña a los corredores y el stress que genera la actividad.
Tal vez sea por eso que Maite cuenta que no fue fácil convencer a su familia. que consciente más que nadie de la exigencia y los riesgos de lo que venía, al principio dijo que no.
En diálogo con FM GENTE, Maite cuenta cómo fue el camino, las dificultades que se presentaron el año de la pandemia y la llamada que la puso de vuelta en pista.
Además de entrenar y formarse al lado de los grandes del volante y las carreras, la joven fernandina explica los retos que la llevarán a EEUU por buena parte del segundo semestre de este año.
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