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Ureta y Bossolasco viven en Playa Hermosa y sobre las 18.30 del domingo se presentaron en el Elbio Rivero; allí explicaron, según las fuentes consultadas por FM GENTE, que la mujer cursaba un embarazo de 20 semanas y que estando en su domicilio había tenido un aborto espontáneo.

Cuestionados sobre el destino del bebé, indicaron que se habían deshecho de él, pero luego dijeron que podía estar aún en la casa.

Sin embargo, los médicos del Hospital constataron que el embarazo era de más de 20 semanas y que por el peso y tamaño de la placenta la criatura debía tener un desarrollo mayor al indicado por la mujer; asimismo constataron que estaban frente a un parto vaginal.

Tras la notificación a la policía que se realizó desde el centro de salud, se dio parte a fiscalía y se emitió una orden de allanamiento para el domicilio de la pareja. También se ordenó la intervención de médico forense para evaluar a la mujer.

En el domicilio de Playa Hermosa la policía encontró, en el baño, el cuerpo sin vida del bebé que fue trasladado a la morgue para la autopsia correspondiente. De acuerdo a los datos a los que accedió FM GENTE, y que surgen del informe preliminar de la autopsia, la criatura nació con vida y falleció después. También se corroboró la presunción médica de que la gestación correspondía a un embarazo de unas 30 semanas.

Por otro lado, de los registros médicos surgió que, antes de este episodio, Bossolasco había hecho una consulta para interrumpir su embarazo de forma voluntaria y que en esa instancia se le informó que no era posible por las semanas de gestación que cursaba. No obstante, la investigación del Dr. Robles está centrada en los hechos que sucedieron en la casa de la pareja a partir del nacimiento de la criatura y la consulta realizada por Bossolasco no constituye en si mismo un "antecedente" para el caso, al menos hasta el momento. Lo que la investigación buscará dilucidar es la responsabilidad por acción o por omisión de Ureta y Bossolasco en la muerte del bebé.

Ureta ingresó en calidad de detenido el domingo por la noche, este lunes tuvo audiencia de control de detención, en tanto Bossolasco permaneció internada en el hospital hasta esta mañana en que fue dada de alta y sigue a disposición de la investigación.

El caso, técnicamente complejo, fue llevado a estrados judiciales esta tarde cuando la fiscalía presentó un pedido de formalización para ambos bajo la presunción de la autoría de un delito de homicidio especialmente agravado por el vínculo.

Además de aceptar el pedido fiscal, la Jueza Ana María Guzmán ordenó la prisión preventiva, en principio por 150 días, en tanto avanza la investigación a cargo del Dr. Sebastián Robles. Uno los elementos que se sumarán a la causa, y que serán relevantes para que se mantenga o cambie la imputación que pesa ahora sobre ellos, es el resultado de los análisis de muestras que fueron enviados al Instituto Técnico Forense.