Facebook Twitter WhatsApp

La búsqueda y captura de Castillo, de 42 años de edad, se activó a partir de la denuncia de una turista paraguaya.

La señora dijo que Castillo le prometió alquilarle un departamento en la actual temporada. El precio pactado fue de 1.000 dólares. La señora le envió el dinero con anterioridad a su llegada.

Cuando la señora llegó a Punta del Este dispuesta a veranear tranquila, teniendo en cuenta que había despejado el tema del alojamiento. Pensaba en el departamento del edificio que queda en la calle El Mesana (24), en plena península.

Empezó a preocuparse cuando no encontraba a Castillo por ningún lado. Y la preocupación se convirtió en problema una vez que terminó de persuadirse de que había sido timada, punto en el que decidió formalizar una denuncia policial.

Castillo fue ubicado y conducido a tribunales judiciales, donde revisaron su caso. La revisión concluyó con el procesamiento del portero devenido en agente inmobiliario por dos delitos de estafa en reiteración real, fallo que conlleva la convicción del magistrado de que el hombre estafó a otra persona, además de a la señora paraguaya.

Los detalles de la segunda estafa no fueron ventilados públicamente.

En tribunales se llegó a la decisión de no privar a Castillo de libertad, a cambio de una caución juratoria. Una caución juratoria tiene dos vías posibles, una promesa bajo juramento del imputado de que va a cumplir con determinada conducta por el lapso que lleve completar el juicio; la otra consiste en que se le exija al imputado que deposite una suma en garantía por su buen comportamiento. La información sobre este caso no aclara que tipo de caución juratoria fue la que se le aplicó a Castillo.
Z.L.