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El C/F Juan Diez asumió el pasado 14 de enero, en plena temporada, pero afirmó que su experiencia de dos años en Maldonado como sub-prefecto le facilitó la tarea.

Sostuvo que el balance de la temporada es “muy positivo” y que se hizo “una buena tarea”, sobre todo con el apoyo del Ministerio de Turismo y la Intendencia de Maldonado para pagar horas/extras a los funcionarios. “Eso ha ayudado mucho a que el personal cumpla la tarea más motivado”, remarcó, para afirmar que desde el punto de vista logístico se incrementó la cantidad de elementos para las diferentes funciones de vigilancia en la jurisdicción.

En los 150 metros de la faja costera, el principal problema fueron los hurtos de interiores de autos que “complicaron” a los efectivos aunque “bajaron con respecto a otros años”. Principalmente el problema se dio en la playa Brava o en balnearios alejados, donde no hay tanto control. Otra área conflictiva fue El Placer, donde se reforzó la guardia y “se redujeron los índices delictivos” hasta que se levantó el sistema, fuera de temporada. “En esa zona el público sigue yendo fuera de temporada, los autos quedan solos y aislados y se producen robos en el interior de los vehículos”, lamentó.

PUNTO CRÍTICO PARA LAS DROGAS

El intenso movimiento de embarcaciones en el puerto de Punta del Este, a donde llegan casi 2.000 embarcaciones extranjeras por año, dificulta los controles de posible ingreso o salidas de drogas. El Capitán remarcó que en este tema trabaja la División de Inteligencia de Prefectura, “que está permanentemente recolectando información” que apuntan a lo “macro” y no tanto “en las pequeñas cosas”.

“Se han hecho varios seguimientos. Se hace todo un trabajo de inteligencia de Montevideo, y nosotros colaboramos con ellos cuando llegan embarcaciones sospechosas, embarcaciones que vengan con alguna bandera complicada con respecto a la droga. Dependiendo del puerto que venga tenemos que hacer un seguimiento especial”, expresó Diez.

Admitió que Punta del Este es un “buen puerto” para el ingreso y salida de estupefacientes y es “un punto crítico” en ese sentido, aunque hay una intensa labor coordinada. “El de las drogas es un tema delicado, pero en cuanto a contrabando en las embarcaciones que llegan a Punta de Este difícilmente se dé esa actividad. Ese tipo de delito tiene que ver más con los ríos y con la frontera”, señaló.

Controlar el ingreso de dinero “tampoco es fácil”, ya que para inspeccionar una embarcación los efectivos deben tener autorización judicial. “Podemos subir a bordo y controlar aspectos de seguridad, y si tenemos indicio de que la embarcación puede estar incurriendo en alguno de esos delitos, lo comunicamos a la Justicia”, precisó.

LA FUNCIÓN DE “POLICÍA”

El capitán también admitió que el pasaje de marineros y soldados navales a la Policía Nacional es un tema que repercute negativamente en la función de la Prefectura como auxiliar de la Justicia. A modo de ejemplo, mencionó el caso de varios funcionarios de la sub-prefectura de Piriápolis que eligieron trasladarse y a Montevideo con ese fin.

Por otro lado, se mostró favorable al plan gubernamental de pasar al Ministerio del Interior las potestades de la Prefectura para el control del orden público en la faja costera. “Somos profesionales del agua, y yo apunto a eso, a darle seguridad a las embarcaciones y a los tripulantes. Queremos ser más profesionales en lo que es el agua, porque lo único que se ve es el marinero en la playa pero tenemos muchas tareas diferentes que llevan mucho más personal o tiempo”, comentó.

Mencionó, a modo de ejemplo, el control del tráfico marítimo y las embarcaciones comerciales y la prevención de contaminación en el agua. “Tenemos muchas tareas para cumplir que son importantes y eso hace que no podamos descuidar ninguna. Que nos quiten la tarea de mantenimiento del orden púbico en la franja, no soy quien para evaluarlo. Hoy lo hago con mucho gusto, aunque es claro que si nos quitan esta tarea tendremos mucho más personal para destinarla a otra”, señaló.

Tal posibilidad sigue siendo evaluada a nivel nacional mediante un proyecto que modifique esa tradicional función de la Prefectura, establecida por ley desde su fundación, hace 183 años.

¿QUIÉN QUIERE SER MARINERO?

Diez también enfatizó que la profesión de marinero “es muy loable” y la más visible por la población. Sin embargo, también admitió que el sueldo básico de un nuevo funcionario es de $ 8.500 y que incluso un marinero con 20 años de profesión tiene un salario que ronda los $ 12.000. “Ese es el motivo por el cual no tenemos más personal”, sentenció.

Si bien dijo que aún queda personal de la época en que los salarios “eran buenos”, amantes de la profesión”, los nuevos llamados a ingresos de marineros para el servicio de playa apenas cubren las vacantes. “Se han hecho llamados para ingresos al servicio de playa por temporada – 25 vacantes por año- y se ingresan 14 o 15”, expresó. A esto se suma otra realidad compleja.

Buena parte de quienes se inscriben en Punta del Este llegan desde departamentos del interior donde no existe otra playa que la de un río o un arroyo. “Les damos alojamiento y comida, por lo cual tanto no les importa el sueldo”, indicó. Pero entonces, durante los meses de verano las playas de Maldonado están cubiertas por funcionarios que en buena parte provienen de departamentos como Lavalleja, Cerro Largo, Rivera o Río Negro, que en algunos casos ni siquiera saben nadar.

De hecho, confesó Diez, “saber nadar no es una exigencia para ser marinero en el verano, luego son capacitados aquellos que están embarcados o que participan en los rescates”, indicó.
Actualmente hay 85 marineros en jurisdicción de Maldonado. Una cifra que no alcanza para una adecuada cobertura de la zona.

Escuche parte de la entrevista con el C/F Juan Diez, este miércoles: