Un total de 85 alumnos de primaria y secundaria quedarán sin clases dentro de una semana, tras la quiebra del colegio High School de Maldonado. Los padres de los estudiantes fueron informados este miércoles sobre la medida y, en medio de la sorpresa, realizan denodadas gestiones en busca de instituciones que acepten a sus hijos a esta altura del año. La institución tiene orden de desalojo del local que ocupa en el centro fernandino.
El colegio High School de Maldonado dio quiebra y cerrará este mes, según informó un apoderado del propietario a los padres de los alumnos en una reunión mantenida este miércoles. La institución tiene orden de desalojo del local, por lo cual se intenta reubicar a los estudiantes para terminar el año.
“Tenemos una semana de plazo para reubicar a nuestros hijos”, lamentó uno de los padres, José Canabal, en FM Gente. Aseguró que la mayoría desconocía el tenor de la crisis financiera del instituto ubicado en Sarandí casi 25 de Mayo, en pleno centro de Maldonado. No obstante, desde hace meses había problemas para pagar los sueldos a los docentes y otros servicios, tales como las camionetas para el traslado de los niños y la piscina privada a la que asistían.
En la reunión de este miércoles, les informaron que en una semana el High School cerrará sus puertas y nadie les dio respuestas respecto al futuro de los 85 estudiantes. Según Canabal, el apoderado les aseguró que había iniciado contactos con el colegio de Hermanas Capuchinas y el Instituto Latinoamericano con la intención de que estos absorban a los chicos.
Sin embargo, no sólo se trata de que las instituciones los acepten. Buena parte de los padres había pagado el año lectivo por adelantado con el dinero obtenido durante su trabajo de temporada. “Ahora hay gente que está sin trabajo, que pagó todo el año y no pueden volver a pagar. No tienen cómo afrontar esos costos”, lamentó Canabal, quien afirmó que la institución “no está en condiciones financieras de devolver el dinero” que cobró por adelantado.
En la reunión de este miércoles no había ningún representante de los organismos públicos que controlan y fiscalizan a las instituciones privadas. Canabal señaló que, en un contacto con una jerarca con jurisdicción en la zona, les informaron que nadie estaba al tanto de la crítica situación del High School.
Aún sorprendidos por la noticia del inminente cierre, los padres no tienen pensado iniciar acciones legales por el momento. Les preocupa más encontrar una institución que acepte a sus niños a esta altura del año. Este jueves, acudirán a la Inspección Departamental de Primaria y a la de Secundaria en busca de respuestas.