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Los múltiples testimonios sobre la maravillosa vista de Punta del Este, más que algún cuento sobre deambular de fantasmas por el lugar, llevaron a Alexis Quiroga y tres amigos hasta la abandonada estructura de OSE en Pedragosa Sierra.

El domingo de madrugada cargaron unas bebidas alcohólicas y música en sus celulares y se dispusieron a ascender, por primera vez, al ya místico tanque del balneario. Al cabo de decenas de escalones descubrieron, contundentemente, que la magnitud del panorama nocturno apreciable desde la altura empobrecía cualquier comentario previo.

Allí estuvieron los cuatro amigos durante poco más de una hora, hasta que resolvieron emprender el regreso, desandando la escalera iluminados apenas con las linternas de sus aparatos celulares. “Como no conocía y era de noche, pensé que había una sola puerta que daba a la escalera por la que subimos. Pero encontré otra puerta, que daba a la tapa del tanque que estaba abierta y di un paso y ahí se me perdió el mundo. Caí”, relató Alexis a FM Gente.

Cayó unos 15 metros, rozando una vetusta escalera de hierro, hasta el fondo del depósito de agua en desuso. Allí abajo permaneció dolorido, magullado pero sin una sola fractura o lesión que pusiera en riesgo su vida. Y aunque tenía bien fresca la historia de “una chiquita que parece que la mataron o algo de eso” y dos videos colgados en Youtube donde un grupo de adolescentes parecía haber filmado “voces” dentro del tanque, ningún espíritu de bajo astral se le acercó. Por el contrario, Alexis pensó en positivo.

“Siempre estuve tranquilo porque sabía que alguien iba a llegar. Cuando estaba abajo un oficial me dice: ‘guacho, marcaste día en el calendario porque volviste a nacer’”, recordó el joven de 19 años, en comunicación telefónica desde Lascano (Rocha), donde nació por primera vez.

“Siempre me acompañaron mientras estuve ahí abajo. Llegaron a los 15 minutos de la caída, creo que primero la Policía y luego los Bomberos, se portaron muy bien e hicieron un excelente trabajo”, agradeció Alexis, que vive para contarla.

Del famoso tanque de Punta del Este no quiere saber nada. “Ya está bien con esta visita”, bromeó el muchacho de Lascano. La anécdota de la caída con resultados milagrosos, seguramente, será un insumo poderoso para impresionar a sus compañeros el año que viene, cuando empiece Economía en la capital.