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La carrera concita a 6000 competidores y más de 5000 periodistas. El primer impedimento fue la infraestructura, porque no hay esa cantidad de camas y el costo que rondaba los 4,5 a 6 millones de dólares.

Según publica el diario EL PAIS, el doctor Guillermo Avellanal, un médico uruguayo que desde hace ocho años trabaja en el rally, dijo que cuando la prueba llegó por primera vez al salar de Uyuni, en Bolivia, había dos hoteles "muy malos"; tras el paso de la carrera internacional se abrieron 56 alojamientos de alta calidad.

"Es una gran vidriera, hay europeos que pagan US$ 15.000 por estar tres o cuatro días en el salar, se mueve un turismo diferente que trae mucha gente", dijo Avellanal a EL PAIS.

Se estima que el Rally Dakar es el cuarto evento deportivo del mundo detrás de los Juegos Olímpicos, los mundiales de Fútbol y el Tour de France. Participan delegaciones de 70 países y se hablan 27 idiomas, según la organización.

El subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, dijo que "los valores que están pidiendo son un poco difíciles de cubrir. Si piden miles de habitaciones y otras cosas, también es plata".

Liberoff aclaró que la ministra está dispuesta a "seguir conversando" y recordó que el país se encuentra en medio de la "discusión presupuestal".

Por su parte, el médico Avellanal confirmó que "la ministra Kechichian se comprometió a volver a conversar en el mes de julio para ver la posibilidad de que el Dakar llegue a Uruguay en el año 2017".

No obstante, si bien celebró la posibilidad de seguir dialogando, el médico se mostró pesimista con respecto a que finalmente la prueba se pueda concretar en Uruguay.

"Perdimos el tren porque hay otros países y otras ofertas. Por ejemplo, Perú va a estar y podría arrastrar a Colombia y Ecuador en 2017, los presidentes de ambos países así lo hicieron saber. Creo que perdimos la gran chance", afirmó.


Foto: Archivo