J.D., un hombre de 32 años, recibió 2014 a las trompadas, primero contra su ex mujer, y luego extendió el incidente a un desorden. Fue procesado pero sin perder la libertad. Su ex pareja, de 30 años, debió ser internada por la golpiza recibida, informó la policía.
La historia se gestó cuando apenas habían transcurrido dos horas de 2014, con una llamada al 911 advirtiendo que el asentamiento de Los Eucaliptus estaba en desarrollo un incidente de proporciones.
La mesa central de operaciones derivó la denuncia a la Seccional 1ª de Maldonado, de donde partió una dotación de efectivos para confirmar y parar esa situación en un momento que debía ser de júbilo colectivo, más que de preocupación.
Cuando los efectivos de la Seccional 1ª llegaron al lugar identificaron a un hombre relativamente joven como promotor del desorden, le detuvieron y trasladaron a la comisaría para continuar con la averiguación.
En la comisaría se pudo establecer que el detenido era J.D., de 32 años de edad, un hombre que más allá de sus reacciones beligerantes no presentaba registros de antecedentes por violaciones a regulaciones del Código Penal.
Mientras J.D. permanecía en la comisaría a la espera de lo que harían con él, su ex pareja, una mujer de 30 años de edad, debió ser ingresada por Emergencia del hospital Elbio Rivero para que le asistieran las consecuencias de la golpiza que recibió de J.D. antes de que el incidentes involucrara a otras personas.
Como los hospitales tienen la obligación de denunciar de inmediato el ingreso de personas agredidas o con lesiones causadas por otra u otras personas, el ingreso de la ex pareja de J.D. fue notificado de inmediato a la Policía de Maldonado.
La novedad de la mujer internada pareció terminar de cerrar el cerco sobre el golpeador. De la comisaría se notificó del caso completo al juez en lo Penal de 2º turno, quien en las últimas horas dictó el procesamiento de J.D. como autor de un delito de lesiones personales.
Si bien la tipificación es grave, el magistrado valoró sobre ella la condición de primario de J.D. y no le obligó a cumplir preventiva mientras se completa el caso judicial, sino que le impuso un arresto de ocho horas los fines de semana que deberá cumplir en la comisaría de su barrio, durante los próximos dos meses.