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Suárez subrayó este jueves que la familia tradicional está siendo sustituida por otras modalidades, entre las cuales aumenta la de padres homosexuales y consideró que este cambio debe ser contemplado en las diferentes políticas públicas.

“Los hogares con mamá, papá, el perrito, el gatito y los nenes son minoría. La mayoría de los hogares son monoparentales –hay una mamá o el papá- y un enorme número creciente de familias a cargo de parejas del mismo sexo, con hijos”, precisó.

Recordó, asismismo, que las estructuras familiares han cambiado tanto que en Uruguay la ley reconoce el derecho de las parejas homosexuales a adoptar chicos aunque todavía no se haya aprobado una ley de matrimonio igualitario. Sin embargo, consideró que es necesario adaptar los programas a esa nueva realidad.

“La sociedad debe exigir más políticas públicas y campañas educativas para vencer barreras”, advirtió. A su juicio, se necesitan campañas educativas no sólo en materia de diversidad sexual sino en otras materias donde también se ejerce la discriminación.

“Lamentablemente, en Uruguay no tenemos educación sexual en Primaria o Secundaria. Lo que se da es educación reproductiva y cuando se intenta instalar programas de educación sexual, han corrido con suerte muy variable. Las posiciones a nivel institucional y gubernamental han sido sumamente oscilantes, no solo en temas educativos sino en toda la gama de políticas públicas” vinculadas al tema, comentó.

Suárez también fue consultada sobre el caso de la profesora Olga Rivero, separada de su cargo como directora de la Escuela Técnica de San Carlos tras sus polémicas declaraciones televisivas, en las que cuestionó la homosexualidad y la definió como “una enfermedad”.

La abogada transexual reiteró que, a nivel médico, en todo el mundo se sabe que no es una enfermedad y alertó sobre las consecuencias de expresiones como esa. “Lo más grave no es la forma en que se trató el tema, sino lo que pueda acarrear, por la posición de quien realizó esas declaraciones”, indicó.

En su opinión, las declaraciones de Rivero pueden fomentar el “acoso” entre estudiantes y también los suicidios de lesbianas, gays y trans, como suele ocurrir en Estados Unidos por esa causa.