José González Silveira se fugó este viernes del consultorio oftalmológico donde se atendía, en Maldonado, tras robar el arma a su custodia y tomar como rehenes a una pareja y su pequeño bebé, que pasaban en un auto. Obligó al hombre a conducir, a punta de pistola, y logró llegar hasta las inmediaciones del aeropuerto de Carrasco, donde fue detenido.
Pasadas dos de la tarde el recluso José González llegó a la dirección de Investigaciones de Maldonado, donde permanece a disposición judicial tras la cinematográfica persecución que protagonizó esta mañana.
González se atendía en un consultorio de las calles Malvinas y Camacho, logró quitar el revólver calibre 38 a su custodia, salió y se trepó al auto de una pareja que estaba con su bebé.
Tras circular desde Maldonado hasta San Carlos, donde permitió a la mujer bajar del vehículo, siguió camino a Montevideo, seguido por varias patrullas en una persecución coordinada con la Policía Caminera.
Desde San Carlos tomó la Ruta 9 y luego la Interbalnearia, a la altura de Los Cardos, mientras la policía lo seguía y Caminera cortaba el tránsito en las intersecciones. El hombre cruzó con éxito los peajes pero finalmente fue detenido en el departamento de Canelones, cerca del aeropuerto de Carrasco.
A primera hora de esta tarde el regreso de este recluso a la capital departamental estuvo marcado por otro impresionante operativo policial. La caravana de vehículos ingresó a Maldonado desde la rambla de playa Mansa.
Hubo diversos cortes a la altura de la parada 25, en Las Delicias, y en las principales intersecciones de acceso al centro de Maldonado.
"FACTOR SORPRESA"
El jefe de prensa de Caminera, Ruben Fernández, explicó a EL País digital que se dispuso "un canal especial" en la interbalneraia para que el delincuente avanzara sin sentirse acorralado. Sin embargo, a la altura del kilómetro 31 los policías vieron que estaban dadas las condiciones para forzar la detención del auto robado.
"La Guardia Metropolitana se puso delante del Citroen, Caminera detrás y el tercer auto policial a un costado. La camioneta que iba delante frenó de golpe y el conductor, al verse acorralado, tuvo que detener la marcha", explicó Fernández a El País. Añadió que, de esa forma, el hombre quedó acotado contra el cantero central y los efectivos lo rodearon con sus armas en alto, por lo cual se entregó.