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“De acuerdo a la información que poseo, el interno que falleció fue directamente afectado por dos disparos, o los disparos, y hay algún funcionario que también resultó lesionado por rebote de munición de goma”, dijo Garcé, quien en todo momento se mostró muy cauteloso porque tiene vedado difundir información mientras se sustancia la investigación en la Justicia.

Agregó que los guardias que intervinieron en el incidente estaban siendo interrogados en el Juzgado Letrado Penal de segundo turno de Maldonado, donde se sustancia la investigación judicial. “Es prematuro establecer conclusiones, pero puedo hacer dos o tres comentarios generales”, preparó.

“El primero, que ha quedado absolutamente claro que el incidente a raíz del cual se produjo la muerte del interno no fue ni debe ser calificado como un intento de motín: ocurrió en una celda”, afirmó tajante.

Añadió que “lo segundo es que en este momento, a esta hora (10:30 de la mañana del viernes 25 de enero), el Juzgado Letrado de segundo turno de Maldonado está instruyendo lo ocurrido y por lo tanto yo no debo precipitar ningún tipo de conclusiones; hay que dejar que la Justicia actúe y determine las responsabilidades del caso”.

“Y el tercer comentario a realizar es que la cárcel a esta hora de la mañana se encuentra en un momento de tranquilidad, la mayor parte de la población reclusa todavía está durmiendo, la madrugada fue complicada, hay algunos daños materiales no de entidad”, explicó. Luego precisó que los daños afectaron a alguna puerta y alguna ventana.

Pese a esa descripción de lo ocurrido, afirmó de todas formas que por los daños “se puede sacar la conclusión de que hubo momentos complicados por el incidente”.

Sobre lo que pasó, dijo que “en concreto, (fue) un incidente en una celda del Sector C, y el resultado es el fallecimiento de un interno”.

Cuando se le interrogó si el interno Larrosa murió por la o las balas disparadas por un guardia, Garcé respondió: “Sí, sí, efectivamente”. Sobre si había algún guardia cárcel detenido o demorado, dijo: “A esta hora hay personal del establecimiento que está prestando declaración” en el juzgado.

Los daños materiales que observó los consideró “resultado de una reacción que ocurrió en la población reclusa al saberse del fallecimiento de un interno; no son daños de entidad, pero sí he visto algunos daños materiales en algunas puertas, en algunas ventanas”.

Insistió que lo ocurrido “no debe calificarse como un intento de motín; ahí lo que hubo fue una protesta que se desarrolló dentro de las celdas y en distintos sectores al mismo tiempo”.

Garcé defendió su actuación al afirmar que el “constituirme en el establecimiento es a los efectos de tomar conocimiento en el lugar, no hay nada mejor que la impresión presencial”. “Ya he estado en contacto con legisladores que me han llamado y les he adelantado las primeras impresiones”, afirmó.

Explicó que, de acuerdo a la Ley de Procedimiento Policial, los guardias pueden ingresar armados al pabellón de celdas únicamente si sus armas llevan “munición no letal”. “Dentro de los establecimientos están prohibidas las armas de reglamento con munición letal; la munición no letal tiene que ser utilizada en determinadas circunstancias, y además de acuerdo a un procedimiento que implica una distancia (con el objetivo), e implica un modo de efectuar los disparos”, instruyó.

“La munición no letal, cuando la distancia se acorta, empieza a tener efectos que pueden ser graves e, incluso, puede ser, como en este caso, de carácter letal”, amplió, con lo que, dentro de la cautela exhibida, arrojó más luz sobre lo ocurrido.

Fue rotundo al responder que en este caso los disparos se realizaron “a corta distancia, más no puedo decir, pero sin duda a corta distancia, con munición no letal, de goma, pero el carácter no letal de la munición hay que apreciarlo en relación a la distancia y al modo de realizar los disparos”, sugirió.

“El interno fallece a consecuencia de estos disparos”, completó, esta vez de forma rotunda.

El funcionarios consideró que todos estos factores deberán ser evaluados por la Justicia, ya que la ley de procedimiento policial sigue el principio de que "el daño que se causa tiene que ser siempre menor que el daño que se quiere evitar".

Garcé repasó la historia de la cárcel de Las Rosas, cuyo peor momento lo ubicó en 2008 y 2009, cuando murieron dos internos en motines, afirmó que actualmente está cambiada y adjudicó el cambio a la obra del comisario inspector Ruben Rodríguez Trindade, cuando la dirigió.

“Creo que este episodio aparece como un contra ejemplo, o un hecho que va contra una tendencia que se venía perfilando y que era hacia la profesionalización de la gestión”, concluyó.

Z.L.