Un gestor argentino residente en zona de Aidy Grill, un trámite a un matrimonio extranjero de octogenarios que no se concretaba, reclamo de documentación y un reconocido empresario local que decide ayudar a la pareja, formaron un cocktail explosivo que culminó con un incidente, el sábado, en un edificio de Punta del Este. No faltaron los golpes, acusación de robo, justicia por mano propia y el empresario detenido el domingo y formalizado este martes.
Boris Gottesman, conocido empresario, fue detenido el domingo en su casa de Punta del Este. El día anterior había sido acusado por una mujer que radicó denuncia en la policía por un hecho de hurto.
Sin embargo, la investigación del caso por parte de fiscalía reveló una trama un tanto diferente si bien no excluye que Gottesman haya sido formalizado por la presunta comisión de un delito de violación de domicilio agravado, un delito de lesiones personales en concurrencia fuera de la reiteración, con un delito de justicia por mano propia en reiteración real con otro delito de lesiones personales y todos en calidad de autor.
LA HISTORIA
El caso conmueve a la comunidad judía del balneario puesto que los implicados pertenecen a la misma e incluso, entre las medidas cautelares dispuestas por la justicia a raíz de la formalización, figura la prohibición de comunicación y acercamiento por parte de Gottesman a las víctimas incluyendo la Sinagoga de la Parada 13 y media.
Todo comenzó con un matrimonio de octogenarios judío argentinos, dueños de una propiedad en Punta del Este en la que están viviendo de forma permanente desde que comenzó la pandemia. Sin embargo, como tantos otros propietarios extranjeros, no tenían realizado el trámite de residencia y, por tanto, no tenían cédula uruguaya.
Con el avance y el anuncio de que en Uruguay comenzaría el plan de vacunación contra el Covid-19, los octogenarios advirtieron que, al carecer de documento uruguayo, no podrían agendarse por lo que se decidieron a tramitar la residencia, obtener la cédula y poder acceder en algún momento a la inoculación.
Para el trámite contactan a un gestor, de nacionalidad argentina, también integrante de la comunidad judía y residente en un edificio de Aidy Grill. El hombre se encargaría de recopilar toda la documentación necesaria, realizar todo el papeleo, envío de mails, recibir notificaciones y cuanto tuviera que ver con la residencia del matrimonio y la obtención de la cédula.
Los octogenarios le entregaron todos los documentos requeridos y una suma de dinero por el trabajo; sin embargo, luego de esta primera etapa, comenzó a pasar el tiempo y nunca había novedades del trámite. El matrimonio contactaba al gestor y recibía distintas explicaciones sobre las demoras.
Así pasaron meses, el trámite no avanzaba y el matrimonio tampoco obtenía información; en cierto punto comenzaron a sospechar sobre si el gestor realmente había empezado el trámite. Finalmente decidieron pedirle al gestor que les devolviera la documentación, pero eso tampoco se concretaba.
En este punto, Gottesman, que había tomado conocimiento de la situación del matrimonio de paisanos, decidió ayudar a la pareja y tomar cartas en el asunto para hacerse de los documentos. Para eso, el sábado 12, llegó hasta el edificio de Aidy Grill y preguntó por el gestor en portería y supo que el hombre ni su esposa estaban es el departamento.
No obstante, decidió subir y comprobarlo por sí mismo, por lo que llegó hasta el piso en que vivía el gestor y su familia y comprobó que la puerta principal estaba sin llave. Gottesman ingresó al departamento y rápidamente encontró la documentación que buscaba ya que se encontraba a la mano. Cuando se disponía a retirarse, apareció un adolescente desde la zona del dormitorio. Se trataba del hijo del gestor que al escuchar ruidos fue a comprobar qué pasaba.
El chico intentó impedir la salida del empresario y, de acuerdo a los hechos presentados por fiscalía, fue agredido físicamente por Gottesman. Tras este incidente, el empresario tomó el ascensor, fue a planta baja y abandonó el edificio en su auto, con los documentos recuperados. En el auto estaba el octogenario a quien había ayudado y Gottesman lo llevó hasta su casa.
Sin embargo, luego de dejar al octogenario, volvió al edificio de Aidy Grill para comprobar si había regresado el gestor, encararlo y exigirle explicaciones sobre la situación de sus amigos y a la vez informarle de que se había llevado los documentos.
En ese momento, el gestor y su esposa regresaron y el hijo, además, contó lo que había pasado poco antes en el departamento. Eso llevó a una pelea entre Gottesman y el gestor en la que el director de El Novillo Alegre recibió golpes.
La discusión subió de tono y el empresario decidió subir al auto e irse, pero el gestor se puso en frente para impedirle el paso. Entonces, Gottesman igualmente movió el vehículo y “pechó” al gestor con el auto; esto habría sucedido en dos ocasiones y luego el empresario se fue. La esposa del gestor se presentó ante la policía, denunció los hechos y el domingo fue detenido Gottesman.
El lunes se realizó el control de detención y el martes la formalización. Como medidas cautelares se le impuso, por 120 días, la prohibición de acercamiento a las víctimas, tanto en el domicilio como en la Sinagoga de la Parada 13 y ½, prohibición de salir del país, retención de documentos de viaje y presentación en la seccional de su jurisdicción una vez por semana.