Facebook Twitter WhatsApp

El Plan Piloto de Recuperación de Dunas es desarrollado por el municipio en coordinación con instituciones públicas y privadas y comenzará a trabajar en la recuperación del cordón dunoso que va de la parada 21 a la 23 de Playa Mansa. La zona será la determinada por la margen izquierda de la cañada de “La Aguada” que desemboca en la playa y la Parada 21 de la Mansa, a la altura de la calle Quito.

La intervención se hará a lo largo de unos 500 metros en espacio que tiene un cordón dunoso extremadamente menguado y fijado únicamente por pasto. El área fue seleccionada porque está en el entramado urbano y es una playa a la que concurre mucha gente en alta y baja temporada, debido a que tiene dos importantes vías de acceso como lo son José Dodera y avenida José Joaquín de Viana.

Esa zona es, además, una de las que mayor impacto reciben con los vendavales, según indicó Araújo. La jerarca añadió que el proyecto “comienza desde el punto de vista de que el cambio climático es una realidad y sus efectos son cada vez más extremos”.

La tarea consistirá en la instalación de cercas captoras de arena, plantación de especies que fijen la duna y construcción de accesos de madera en la costa, para evitar la fuga de arena debido a la acción combinada del viento, la lluvia y la actividad humana. Está prevista la construcción de cuatro accesos elevados de madera, similares a los instalados en algunos puntos de la costa. “Se trata de convertir esos ingresos desordenados del público hacia el cordón dunoso en cuatro ingresos ordenados, con cartelería y cuidados por parte de la Liga de Fomento de Punta del Este”, detalló Araújo, quien aseguró que este trabajo implica recuperar “un valor patrimonial natural” del departamento y del país.

Por su parte el licenciado en oceanografía Pablo Núñez, funcionario de la Unidad de Gestión Costera de la intendencia de Maldonado, afirmó que "sin el cordón de dunas la playa perderá la arena”.

RECUPERACIÓN EN ETAPAS

La primera etapa es evitar que la arena se desplace hacia lugares donde no interesa que se aloje mediante el uso de cercas captoras. La fase dos es la estabilización de la cresta de cordón dunoso por medio de chipeado vegetal que se dispone en gran volumen debido al perfil de la zona.

La otra etapa será la plantación detrás de las referidas cercas. Se eligieron ciertas especies como la acacia que permite el crecimiento de otras variedades como la espina de cruz y el aloe.
Otro elemento que se consideró a la hora de elEgir esas especies es el bajo vandalismo de la que son objeto debido a que no se las llevan ni las pisan.

LOS OBJETIVOS

Desde la IMM se enfatiza que “la idea no es prohibir sino organizar y dar las facilidades para que los usuarios de la playa lleguen de manera segura”. Lo primero que se espera es disminuir la erosión de las playas y garantizar la sustentabilidad del recurso, que es fundamental para el departamento y la calidad de vida de su gente.

La valoración escénica de la costa es también algo a destacar como consecuencia de la intervención. Por otra parte, se espera que esto reduzca los costos de barrido y limpieza de arena que se deposita en canteros.

Según Araújo, trabajos similares a estos se realizarán en la playa San Francisco, en el balneario de Piriápolis. Allí la recuperación estará a cargo del proyecto Ecópolis, la Junta Local y una asociación de vecinos del lugar.