La jueza letrada de primera instancia de primer turno de San Carlos, Andrea Caamaño, lo había condenado a veintiséis años de penitenciaría en sentencia resuelta el 11 de mayo de 2023 pero ahora un Tribunal de Apelaciones redujo esa pena a veinticuatro años.
Luis Miguel Báez, había sido condenado por un delito de homicidio especial y muy especialmente agravado al asesinar a su pareja Lucía Hernández, por querer seguir consumiendo estupefacientes en la casa que habitaban ambos junto a su hijo de ocho años.
Correo de Punta del Este hizo saber que la defensa del encausado argumentó que no cabía el agravante de femicidio porque no era un caso de odio o menosprecio a la mujer por su condición de tal, sino que se fundó en hechos aislados que no configuran ningún espiral de violencia.
Para la defensa la jueza sustentó su fallo en un informe psicológico totalmente direccionado.
No cotejó ni valoró la familia del imputado ni siquiera lo entrevistó a él, razón que demuestra que el informe está plagado de subjetividades, y carece de un enfoque global de la situación, sino totalmente por el contrario se buscó robustecer a través del mismo la pretensión fiscal.
En audiencia realizada en el Juzgado de 2º turno de San Carlos, Luis Miguel Báez fue formalizado el 5 de octubre de 2021 por homicidio muy especialmente agravado por el femicidio.
Era la pareja de la joven Lucía Belén a quien mató en la madrugada del sábado 18 de setiembre de ese año golpeándola en la cabeza con una piedra y un adoquín porque la joven no quiso darle dinero para comprar droga.
La justicia había impuesto medida cautelar de prisión preventiva, en principio por 180 días.
El asesino dijo que actuó "seguramente, bajo el efecto de las drogas, porque ni yo logro saber cómo hice eso".
El fiscal del caso, Dr. Jorge Vaz, presentó ante el juez Dr. Vital Rodríguez, los hechos ocurridos.
Relató que la pareja estaba en su domicilio aquella noche y que, en determinado momento, Báez le dijo a Lucía que iba a fumar (que se iba a drogar).
Como la joven desde hacía tiempo quería que su pareja finalizara con la ingesta, cada vez que Báez consumía se generaban problemas entre ellos.
El hombre se retiró a consumir a un galpón en los fondos de la vivienda y a las 3 de la mañana salió de la casa en busca de más droga.
A las 4 de la mañana volvió al domicilio, lo que quedó registrado en las cámaras del centro de video vigilancia público.
El hombre siguió consumiendo hasta que ingresó a la casa y le pidió a Lucía que le diera dinero, que ella guardaba en un monedero, para comprar más droga, a lo que la joven se negó.
Comenzó entonces una discusión, que pasó a pelea física y Báez salió de la casa, tomó una piedra y comenzó a golpear a Lucía con ella.
La joven se defendió y el fiscal relató varios tramos del informe forense donde daban cuenta de las heridas que tenía la joven y las marcas que revelaban la defensa que intentó contra la violencia del ataque.
Báez volvió a salir de la casa y esta vez volvió con un adoquín; la golpeó, fundamentalmente en la zona del cráneo, generando fracturas varias que hasta ocasionaron pérdida de masa encefálica en la víctima.
El fiscal remarcó que entre la pareja hubo lucha porque hasta cierto momento la joven intentó defenderse.
A las 4.50 de esa madrugada, Báez abandona la casa a bordo de su moto por calle 25 de Agosto y se dirige hacia Rodó, en proximidades de la terminal de buses de San Carlos.
Allí impactó contra un automóvil y como resultado tuvo lesiones de entidad que motivaron su internación inmediata.
Se había llevado consigo el celular de Lucía, que fue recogido por la policía en el lugar del siniestro.
Un conocido de Báez, que vio el impacto de la moto contra el auto, se comunicó con la madre de Lucía para avisarle de lo ocurrido y ésta comenzó a llamar al celular de su hija para avisarle que su pareja había sido internada.
Lucía no contestó.
La madre continuó llamando, sin saber que el celular estaba a esa altura, sonando en la seccional 2ª.
Finalmente, ante la falta de respuesta de la joven, el padre y un hermano van hasta su casa y allí la encontraron en el piso del dormitorio en el medio de un charco de sangre y a su bebé, Tiziano (8 meses), dormido en la cama matrimonial.
El fiscal dijo que el niño no había sufrido lesiones durante la pelea de la pareja.
Tras la narración el Dr. Vaz solicitó al juez que se lo formalizara como autor de un homicidio muy especialmente agravado por la figura del femicidio.