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Williengton se refirió a la superpoblación carcelaria y remarcó que, si bien el acto delictivo es multicausal, “el 50% de los delitos están vinculados a la droga”.

“El Uruguay tiene muchas cárceles, hay más de 20 en un país en donde la población no llega a tres millones y medio de habitantes (…) y la Justicia puede encausar a una persona por hurto, receptación u homicidio pero atrás de eso hay un tema de drogas”.

Asimismo, afirmó que el consumo de estupefacientes es el gran “flagelo” de la sociedad y no descartó que, con el correr de los años, ingresen nuevas sustancias al país. “En un par de años, el fentanilo que está haciendo estragos en Estados Unidos, va a llegar acá”.

“En la ciudad Maldonado hubo líneas de ómnibus que dejaron de pasar por determinadas calles porque una boca era insoportable y en San Carlos mataron a un hombre en silla de ruedas por un tema de drogas (…) para el mundo de la droga la vida vale un cartucho de 9 mm”.

Con respecto al nuevo Código del Proceso Penal (CPP), Williengton aseguró estar a favor aunque “hay que perfeccionarlo”, y manifestó que en casos como el de la reciente estafa cometida por una operadora inmobiliaria, de no ser por el CPP “la señora posiblemente hubiese entrado a Las Rosas y le íbamos a arruinar la vida a ella y a su familia, pero los propietarios de los apartamentos iban a seguir teniendo la deuda”.

“Hay un paso que dice te ponemos arresto domiciliario, tareas comunitarias, te presentás en la comisaria y eso está perfecto (…) no arreglamos nada mandando gente a la cárcel, la cárcel no rehabilita a nadie”.

Finalmente, afirmó no estar ni en favor ni en contra de los allanamientos nocturnos, y sugirió la formulación de una ley interpretativa del artículo 11 de la Constitución de la República, en la cual se establezca el concepto de “morada”, como medida alternativa.

“Los allanamientos nocturnos no se van a ir a hacer al piso 11 de una torre de Punta del Este, ni a un barrio privado de Montevideo”, señaló.