La justicia procesó con prisión a Martín Nicolás Paolillo, por dos delitos de receptación en reiteración real. El joven, el año pasado robó una tabla de surf que luego vendió a otra persona, pero en la misma casa, robó todo lo que tuvo a su alcance hace algunos días.
Días atrás un adolescente vio a otro en la playa surfeando plácidamente en la que reconoció como su propia tabla, robada en el mes de mayo del año pasado.
Junto a su madre, radicó la denuncia ante la seccional policial de La Barra. Madre e hijo indicaron que la mencionada tabla de surf había sido robada de la casa en mayo del año pasado.
La policía salió en buscar al surfista acusado “de ladrón”, y logró ubicarlo. El sorprendido deportista dijo que la había comprado de buena fe hace aproximadamente un año y que no tenía idea que el origen era un robo.
El lunes, la madre del joven cuya tabla había sido robada, concurrió nuevamente a la comisaría a denunciar que su casa otra vez había sido visitada por los amigos de lo ajeno.
Declaró que le llevaron una cámara fotográfica, una billetera, dinero en efectivo, tarjetas de crédito, licencia de conducir, licencia de piloto y DNI.
La empleada de la mujer por su parte, agregó que a ella le habían robado una cartera conteniendo documentos varios, tarjetas de crédito, $ 120 y $ 100 argentinos, además de un teléfono celular y una tarjeta de memoria.
Una serie de elementos llevaron a la policía hacia Martín Nicolás Paolillo Rodríguez, quien había vendido hace un año la famosa tabla de surf, y en estos momentos se encontraba cumpliendo con medidas sustitutivas.
Sin embargo en principio, la justicia lo dejó libre cumpliendo la medida antes mencionada, lo que no cumplió.
El delincuente no encontró mejor camino para complicar su situación, que ir a la finca que había robado a increpar a la dueña de casa que nuevamente marchó a la comisaría a denunciar lo sucedido.
Esta vez sí, la jueza de 4º turno le revocó el procesamiento anterior y lo envió a la cárcel por dos delitos de receptación en reiteración real, porque en ningún momento se hizo responsable de dos robos que había perpetrado.
R.A.