El adolescente de iniciales G.M.C., de 18 años, fue enviado a la cárcel por rapiñar un kiosco en Pan de Azúcar. Cometió el delito a cara descubierta, utilizando un revólver que resultó ser de juguete. Fue fácilmente identificado, ya que vive desde chico a dos cuadras del comercio.
G.M.C, con varias anotaciones como menor de edad, ingresó al comercio con un revólver y exigió la mujer que atendía el negocio que le entregara el dinero de la caja registradora. Sin saber que se trataba de un arma de juguete, la trabajadora le entregó $ 2.000.
El chico fue fácilmente identificado por su víctima, ya que no sólo entró a cara descubierta sino que la conocía de toda la vida, por estar domiciliado a escasas dos cuadras del kiosco. Fuentes del caso indicaron a FM Gente que el joven no actuó bajo la influencia de drogas.
Fue detenido horas después, sin oponer resistencia, y enviado a prisión por la jueza penal de 2º turno, Adriana Graziuso.