Este jueves el Ministerio de Salud Pública de Uruguay, alertó que existe una transmisión comunitaria sostenida de SARS-COV 2, y la situación epidemiológica actual evidencia que se ha dado en las últimas semanas un aumento de casos de COVID-19.
A esto se agrega el componente estacional, con un número importante y creciente de infección por otros agentes virales, como influenza, VRS y otros.
Con el objetivo de minimizar la transmisión del virus SARS CoV-2 y otros agentes virales, el Ministerio de Salud Pública explicó que entiende necesario recordar una vez más que las medidas no farmacológicas y la inmunización que ofrece el plan de vacunación (COVID-19 e Influenza), son el principal soporte en esta etapa.
Por ello, al lavado de manos y uso de alcohol en gel, sumado a la ventilación adecuada de ambientes, se agrega una modificación de la normativa vigente respecto al uso de mascarilla facial.
La cartera entiende necesario disponer el uso obligatorio de mascarilla facial en los siguientes casos:
Personas con síntomas respiratorios que mantengan contacto con otras personas por el plazo en que duren dichos síntomas, hasta que se establezca el diagnóstico.
Personal sanitario con atención regular directa a público o pacientes siguiendo las recomendaciones del Ministerio.
Todo usuario y acompañante que ingrese y/o permanezca en un centro de salud, incluidos proveedores. Funcionarios a cargo del cuidado de grupos vulnerables, tales como ELEPEM, centros de cuidado de personas con dependencia funcional u otras situaciones de similares características.
A su vez, con el mismo objetivo, el Ministerio dispone del uso altamente recomendado de mascarilla facial a personas que, sin cursar síntomas, se encuentren en las siguientes situaciones:
Usuarios de medios de transporte colectivo, a nivel urbano, suburbano, interdepartamental e internacional.
Personas que permanezcan en refugios, establecimientos de reclusión o instituciones de similares características.
Personas que se encuentren en espacios dónde se sospeche la ocurrencia de un brote de enfermedad respiratoria aguda por el plazo acotado hasta que la situación se resuelva.
Personas que permanezcan al cuidado de personas no vacunadas, como niños menores de 5 años, entre otros.
En espacios cerrados con aglomeración de personas.
Elaboradores y manipuladores de alimentos.