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“Así como exoneramos a los grandes proyectos del 100% de impuestos de IVA, rentas y tasas a los proyectos turísticos y de desarrollo productivo, si la gente pudiera acceder a ese mecanismo de exoneración tributaria al menos por una vez, no será lo mismo construir una vivienda”, explicó.
A modo de ejemplo, señaló que si un proyecto turístico paga una bolsa de pórtland a 120 pesos en lugar de a 230, la gente también podría acceder a ese mecanismo.

Añadió que tampoco es “lo mismo construir en un terreno de alto valor que en uno cuyo costo sea más accesible. “En el país sobra tierra. Entre Maldonado y San Carlos una hectárea puede rondar los 18 mil dólares, que es un precio bastante alto. Si se divide en 30 terrenos de 300 metros, el costo de la tierra son US$ 600”, observó.

TEXTO DEL PROYECTO

El proyecto de ley de Acceso a la Vivienda y Terreno Propio de Interés Social propone exonerar de “todo tributo y tasas, a través de devolución de certificados impositivos, a quienes inicien trámites para fraccionar y/o construir viviendas declaradas de interés social, tanto a empresas públicas como privadas, y a las que cumplan con la reglamentación del B.P.S. Nº 1408/81 referida a la autoconstrucción de vivienda con mano de obra benévola, y a las instituciones culturales, de enseñanza, deportivas y templos de todas las religiones, y cooperativas de vivienda comprendidas en las previsiones del artículo Nº 134 de la ley 12.802”.

Su segundo artículo propone la creación de una Comisión Asesora entre el Ministerio de Vivienda, Ministerio de Desarrollo Social y Ministerio de Economía y Finanzas, “a los efectos de reglamentar un mecanismo de devoluciones de certificados impositivos del 100% de impuestos y tasas, a todos aquellos comprendidos” en esta ley.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El legislador fundamentó su iniciativa, básicamente, en la migración interna que sobrecargó a los departamentos costeros a raíz del desarrollo turístico y la mano de obra que éste generó durante décadas.

“Estamos convencidos de que el Primer Problema a resolver sobre el tema de la Vivienda, es la tierra. Y para ello, es que planteamos este Proyecto de Ley, que intenta, involucrar, a todas las Instituciones Públicas competentes en la materia, pero también a los privados”, señala el legislador.

Sanabria dice estar convencido “personal y técnicamente, de que si tenemos terrenos de U$S 4.000 o U$S 5.000 –de precio final- no solamente comenzará aquí un Gran Plan de Vivienda, sino que también se concretará la Construcción de una nueva clase media uruguaya”.

“Con este proyecto de ley también queremos contribuir a que los nuevos fraccionamientos tengan exoneración impositiva para las familias e instituciones amparadas por esta Ley. El espíritu de este proyecto de ley nace de la ley de B.P.S. que exonera el 100% de aportes con mano de obra benévola, la autoconstrucción que ha permitido que muchas familias uruguayas hayan accedido a su casa propia por dicha exoneración (...) y en la ley 12.802 que ampara a instituciones culturales, de enseñanza, deportivas y templos de todas las religiones y cooperativas de vivienda”, expone.

“Para que el sistema funcione y sea un aporte más a lo hecho y a lo que se pueda hacer por planes nacionales o departamentales, esta exoneración permitirá que muchísimas familias puedan llegar en forma económica a su techo propio. Para la aplicación de este sistema de exoneración plantearemos a todas las Intendencias Departamentales del País, que habiliten la exoneración planteada a la carga impositiva municipal", agrega.

"A nivel nacional a través de una comisión especial que la reglamentación definirá con la participación del Ministerio de Vivienda, de Bienestar Social, de Economía y B.P.S., previa presentación de la familia o institución interesada –pública o privada- que construyan fraccionamientos o viviendas de interés social, para la venta o para alquilar, para familias previamente calificadas (que reúnan las condiciones del espíritu de éste Proyecto de Ley) en obtener certificado de devolución de impuestos para materiales y/o adquisición de terrenos, prácticamente podríamos llegar a casi un 40% de abaratamiento del valor real de esa construcción”.