En las últimas 24 horas, el país ha sufrido una serie de ataques armados en ciudades como Filadelfia y Baltimore, en el este, y Fort Worth, Texas, en el sur, justo en la celebración de 4 de julio. Los tiroteos masivos están próximos a marcar un lamentable récord en Estados Unidos
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En las calles de Filadelfia, cinco personas murieron en la noche del lunes y dos resultaron heridas cuando un sospechoso con un chaleco antibalas abrió fuego aparentemente al azar. Un niño de dos años y un adolescente se encuentran entre las personas lesionadas, confirmó la Policía.
Los disparos tuvieron lugar en varias cuadras del vecindario de Kingsessing, en el suroeste de la ciudad. Los oficiales que respondieron a la emergencia señalaron que persiguieron al sospechoso mientras continuaba disparando. El hombre fue arrestado, indicó la comisionada de policía Danielle Outlaw en una conferencia de prensa.
“Gracias a Dios, nuestros oficiales estaban en la escena y respondieron tan rápido como lo hicieron. Ni siquiera puedo describir el nivel de valentía y coraje que tuvieron, además de la moderación que demostraron”, sostuvo Outlaw.
En Fort Worth, Texas, tres residentes perdieron la vida y ocho resultaron heridos en un tiroteo ocurrido después de un festival local.
Estas escenas violentas se registraron un día después de que dos personas murieran y otras 28 resultaran heridas, aproximadamente la mitad de ellos niños, en medio de una ráfaga de disparos en una fiesta al aire libre en un vecindario de Baltimore.
Las autoridades aún investigan sobre los posibles motivos detrás de estos ataques armados.
La nación registra más de 340 tiroteos masivos en lo que va de 2023, por lo que la organización Gun Violence Archive estima que el territorio estadounidense podría superar los 679 incidentes de este tipo este año. De continuar con esta tendencia, el país alcanzaría la segunda mayor tasa anual de tiroteos en los últimos nueve años.
Biden llama a endurecer las leyes sobre el control de armas
El presidente Joe Biden condenó la violencia armada y renovó sus llamados a endurecer las leyes sobre el control de armas en su país que en varias ocasiones ha descrito como “laxas”.
Estos últimos tiroteos tuvieron lugar cerca del primer aniversario del tiroteo masivo en Highland Park, cerca de Chicago. Allí, el 4 de julio de 2022, siete personas murieron y 48 resultaron heridas cuando un hombre de 22 años abrió fuego en medio de un desfile por el Día de la Independencia.
"Esta semana, nuestra nación ha sufrido nuevamente una ola de tiroteos trágicos, justo cuando conmemoramos un año de la tragedia en Highland Park, Illinois. Jill y yo lloramos por las personas perdidas, y mientras nuestra nación celebra el Día de la Independencia, rezamos por el día en que seamos libres de la violencia armada", sostuvo el líder de la Casa Blanca.
Cada vez que se registra un tiroteo masivo –definido como un incidente en el que al menos cuatro personas son atacadas con arma de fuego– se abre paso una reiterada petición: legislar sobre el control de armas. Pero los demócratas y funcionarios a favor de la medida se tropiezan con la misma piedra: la fuerte resistencia de la Asociación Nacional del Rifle y los republicanos que la respaldan.
La Segunda Enmienda de la Constitución protege "el derecho a poseer y portar armas". Y bajo esta legislación, Estados Unidos es uno de los países con menos limitaciones para adquirir esos artefactos.
(Reuters y AP)