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De los Santos colocó el comienzo de su discurso en un tono emotivo, con lo que se puso al público que concurrió al cine de Pan de Azúcar en el bolsillo. Es que, como él mismo lo dijo, nació allí, en esa sala disfrutó de sus primeras películas de niño, recordó a los que ya no están, a los que despidió, mencionó a muchos por sus sobrenombres, y cuando se entre cortó por la emoción fue sacado del pozo por verdaderas aclamaciones.

En la semana que el presidente de Uruguay, José Mujica, fustigó el consumismo en un discurso ante la asamblea general de Naciones Unidas en Nueva York, De los Santos hizo un lugar de su propia alocución, después de los recuerdos, para reivindicar el derecho de los pobres a comprar,

Dijo que su madre le contó de una familia de Nueva Carrara que sacó la lotería, y que “la mujer se cambió de vestido siete veces en la noche, porque los pobres necesitan mostrarse, necesitan existir, y las cuestiones materiales hacen a la existencia de la gente”.

De inmediato se alineó con el discurso de Mujica cuando dijo que vinieron las marcas y se desató “el consumismo que nos fagocita a nosotros mismos y al planeta”, pero dejó planteado su matiz.

El mismo matiz que utilizó para coincidir con el gobierno y la conducción del Frente Amplio a nivel nacional, pero le enrostró que no sabe escuchar al interior, y cuanto más lejos está, más les cuesta escucharlo, afirmó.

SIGUE HABIENDO INEQUIDADES SOCIALES

De los Santos puso mucho énfasis en que lo que se hizo gobernando, el país y Maldonado, se lo encaró desde una perspectiva laborista, con déficit en corregir inequidades sociales, pero procurando ampliar la participación de todos.

“Ese proceso de construcción de una concepción de los trabajadores, que no es excluyente de nadie, que integra todo aquello que tenga proyecto nacional, tiene que partir de una premisa que el mundo como va, en este Uruguay, aun avanzando en los niveles de crecimiento y distribución, hay inequidades sociales que aún no hemos podido resolver”, admitió.

Otro destaque en su discurso fue cuando admitió clara y explícitamente que el Batllismo fue uno de los orígenes de la izquierda de hoy, algo que no muchos dirigentes del Frente Amplio reconocen públicamente.

“Hubo una primera institucionalidad en el Uruguay que fue el batllismo, que fue el primer proyecto con un viso de socialdemocracia que permitió crecer y distribuir fortaleciendo el Estado; eso es parte también de la historia de la izquierda uruguaya”, sostuvo.

Agregó que “hubo también hombres y mujeres con visiones libertarias que venían de los partidos tradicionales, y particularmente del Partido Nacional y del interior, que luchaban frente a la capital y al puerto que tenía el poder, para crear una democracia más representativa”.

DEMOCRACIA Y SU GOBIERNO

Dedicó buena parte de su discurso a explicar el esfuerzo por ampliar los canales de participación de la gente en el proyecto que él lidera en Maldonado, el que cerró afirmando que se está poniendo viejo, junto con el diputado Pablo Yuyo Pérez, e invitó a las nuevas generaciones a tomar la bandera en lo departamental.

Defendió su propia gestión: “Tenemos la autoridad política y moral como izquierda de haber recuperado de las entrañas de la sociedad de Maldonado proyectos que habían sido ingeniados por otros, como el Parque Industrial, o promesas incumplidas, que era la Perimetral, el Centro de Convenciones, y otras que estamos avanzando pa’ cumplir en este período de gobierno”.

Después de reivindicar la cultura del trabajo y de la formación para la excelencia, únicos pilares para que el país y Maldonado sigan creciendo, dijo, también abordó una crítica al rol de padre o madre que se escudan en los problemas y las dificultades para no acompañar y guiar a sus hijos.

NO VENGAN A JODERNOS

De los Santos dedicó al pasar, casi al final de su discurso, una respuesta a “los que hablan de afuera del tiempo que pierde una fuerza política en discutir; dicen que golpean las puertas y no nos encuentran” porque están atendiendo la campaña electoral.

“Pa’ nosotros la construcción de institucionalidad del Estado le da a los vecinos el derecho de tener un contacto directo con todo el gobierno, hay espacios creados para que los trabajadores, los vecinos, los empresarios, la gente de la cultura, del campo, y de la ciudad participe”, agregó.

Y completó: “Hay proyectos que los auto dirigen muchas veces los propios actores desde el punto de vista protagónico, pero que no vengan a jodernos, porque pa’ nosotros la política es parte de la calidad democrática que queremos construir, y no hay mayor calidad democrática si no hay fuerzas políticas que se transformen cada vez en más democráticas en su vida interna”.