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El acuerdo entre los guardavidas y la IMM se firmó en un clima de paz, bien diferente al ambiente conflictivo que durante años pautó el inicio de los servicios para la temporada alta. Salazar destacó que este año se está cumpliendo el documento firmado el 31 de diciembre pasado, para destrabar el conflicto generado en 2008. Si bien entiende que las negociaciones iniciadas entonces debieron finalizar en julio pasado y no a esta altura del año, Salazar destacó que las conversaciones llegaron a tiempo.

Entre los logros conseguidos, mencionó el reconocimiento de las horas de entrenamiento de los guardavidas por parte del municipio y el curso dictado en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) para la titulación de los guardavidas. Además mencionó que, por primera vez, habrá una comisión que asesorará al municipio en esta materia, integrada por los propios guardavidas.

“Para nosotros es fundamental, en esta tarea específica vinculada al riesgo de la vida humana, que exista una opinión y un asesoramiento técnico al momento de tomar decisiones en la materia”, señaló Salazar. También resaltó el apoyo que han recibido del gremio de los funcionarios municipales (ADEOM), para que el servicio siga municipalizado como garantía de una mejor gestión.

En otro orden, destacó que la Intendencia destinará una partida de US$ 20 mil para proveer elementos de rescate y mejorar las condiciones de trabajo. Según Salazar, una partida de US$ 10 mil será desembolsada antes de la temporada y la mitad restante se ejecutará una vez iniciados los servicios.

“Si bien aportamos la gran mayoría de las herramientas de trabajo en elementos específicos del rescate, uno de los grandes logros de este acuerdo es que se profesionalizará el servicio mejorando la infraestructura para mejorarlo”, indicó. Añadió que, por primera vez, esta temporada habrá kayak y tablas para rescate.