La Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay realizó una investigación llamada A Ultranza que logró desbaratar una organización dedicada al envío de drogas al exterior y que tenía vínculos con el “Primer Cártel Uruguayo” (PCU), según informó el medio local Ultima Hora reproducido por Montevideo Portal.
Desde la secretaría informaron que todos los datos recabados de la investigación señalan al uruguayo Sebastián Marset, considerado como uno de los principales líderes de la organización de tráfico de cocaína y lavado de activos, que operaba en desde Paraguay como parte del ´cartel uruguayo” con vinculación directa en negocios con los jefes de esta organización.
“A diferencia de otras facciones o carteles de la droga, los integrantes de la mencionada asociación se consideran una élite criminal”, dijeron desde el organismo antidrogas al medio.
Asimismo, detallaron que el Primer Cartel Uruguayo es una organización criminal de tráfico de drogas “de alto nivel”, que está a cargo de “grandes empresarios de Uruguay”.
Esta organización —según Última Hora—tomó notoriedad en Uruguay tras las denuncias de “amedrentamiento” a fiscales y policías.
La investigación A Ultranza tiene un total de 83 inmuebles incautados, además de 28 vehículos, 10 avionetas, 1 helicóptero, 12 carretas, 41 tractores, 48 motos y 7 embarcaciones, entre otros elementos.
Sobre el compatriota buscado, Sebastián Enrique Marset Cabrera, se supo que cayó en mano de las autoridades policiales de los Emiratos Árabes Unidos (EUA), en concreto, en Dubái en octubre del 2021 con un pasaporte paraguayo falsificado.
En octubre del año 2013, la jueza Adriana de los Santos lo había procesado con prisión como resultado de la Operación Halcón, en la que se incautaron más de 173 kilos de marihuana, 35 gramos de cocaína, armas, vehículos y dinero en efectivo.
En enero, mientras estaba retenido por las autoridades emiratíes, le fue otorgado el pasaporte uruguayo a través del consulado uruguayo en Dubái, según el semanario Búsqueda.
En febrero el hombre fue dejado en libertad y fuentes del caso señalaron al medio anteriormente mencionado que uno de los argumentos que presentó la defensa de este hombre fue que le había sido otorgado el pasaporte de nuestro país y que, por tanto, “no suponía un riesgo” ni que se trataba de un “delincuente de relevancia”.