La justicia penal de Maldonado emitió la sentencia condenatoria para Vanessa Frine Sauri Sanguinetti (48) y para Álvaro Rondán Rudzinsky (43) como coautores penalmente responsables de un delito de homicidio especialmente agravado y muy especialmente agravado. Cada uno cumplirá pena de 25 años de penitenciaría, descontando el tiempo que llevan encarcelados desde 2016 cuando fueron detenidos por la muerte de Silvia Sanguinetti, madre de Vanessa. La hija la mató, la descuartizó, la metió en una valija y la enterró en la zona costera de Bella Vista adonde se había radicado Sanguinetti cuando viajó desde Perú.
El caso sacudió a la opinión pública en 2016, pero especialmente a los vecinos de Bella Vista. La policía acababa de desenterrar una valija de la zona de médanos; adentro estaba el cuerpo descuartizado de Silvia Sanguinetti (66), una ciudadana peruana que un año antes había llegado a la zona para radicarse de forma definitiva.
Lo que nunca imaginó la mujer era que su hija, Vanessa Frine Sauri Sanguinetti, iba a ingeniar un macabro plan para matarla y quedarse con la casa y el dinero que tenía en un banco.
Las sospechas de que algo sucedía con Sanguinetti comenzaron en Perú; sus familiares la llamaban por teléfono y nunca la encontraban. Vanessa ponía excusas y varias veces, desde la segunda quincena de diciembre en adelante, jamás lograban contactar con Silvia.
Tantas excusas y casualidades mediante, finalmente se decidieron a contactar a la embajada uruguaya en Lima y radicaron denuncia de que en Bella Vista podía haberle sucedido algo a la sexagenaria.
La investigación comenzó por Interpol Uruguay, que el 14 de enero contactó a la policía de Maldonado y preguntó por el complejo Brisas del Mar, en Bella Vista. Luego llegaron hasta la zona y tuvieron un primer contacto con Vanessa Sauri y Álvaro Rondán, su pareja del momento. La pareja declaró que no tenían novedades de la madre y los efectivos de Interpol les recomendaron radicar denuncia.
En ese momento se involucró en la investigación la policía de Maldonado; pronto quedó descartado que Silvia hubiera vuelto a Perú, como dijo Vanessa a Interpol.
De hecho, Migraciones confirmó que Silvia no sólo no había viajado de regreso a Perú, sino que ni siquiera había salido de Uruguay.
La policía de la seccional 5ª de Solís interrogó varias veces a Vanessa ya que declaraba con inconsistencias y daba algunas versiones poco sostenibles.
Ante esto, el caso también fue tomado por la división Homicidios de la policía del departamento que llegó a detener a Vanessa y su pareja pero tras los interrogatorios fueron dejados en libertad ya que no había elementos suficientes, en ese momento, para que permanecieran bajo custodia policial.
En un momento, Vanessa pretendió involucrar a una ex pareja suya, un individuo que tenía antecedentes, era de Rocha, pero que si bien fue indagado, pronto quedó claro que nada tenía que ver con la desaparición de Silvia.
De acuerdo a la información surgida en aquel momento, todo fue planeado por Vanessa: en principio se pensó en un “secuestro express” por el que pedirían 150 mil dólares de rescate o se quedaría con los bienes, pero el plan cambió cuando la hija mató a la madre en la casa que compartían con un tremendo golpe en la cabeza.
Luego la descuartizó y la metió en una valija; horas más tarde, acompañada de Rondán, cargaron la maleta y la llevaron a una zona de dunas en la costa y la enterraron. Se estima que esto sucedió en los primeros 5 días de enero de 2016.
Vanessa también intentó borrar toda huella de lo ocurrido en la casa: para eso limpió, aplicó productos para que si la policía llegaba un día hasta allí, no encontrara indicios de sangre ni rastros de huellas.
Asimismo, poco antes de ser detenida, junto a Rondán se dedicó a pintar la casa en otro intento por eliminar pistas y ocultar eventuales pruebas.
La farsa quedó al descubierto cuando el lunes 18 de enero Álvaro Rondán se entregó a la policía, confesó y dijo dónde estaba enterrada la valija con el cuerpo descuartizado de Silvia Sanguinetti.
También dijo que el motivo era económico: Vanessa había discutido varias veces con su madre puesto que la mujer había descubierto que la hija realizaba retiros de su cuenta bancaria y había decidido poner fin a esa situación.
La policía fue nuevamente a buscar a Vanessa, la detuvo, y concurrió al lugar señalado por Rondán y así se pudieron recuperar los restos de la víctima.
Tras esto, fueron sometidos a la justicia, que los envió a la cárcel y tras la larga instancia, en estos días se conoció la sentencia condenatoria. La fiscalía pedía 30 años de condena para Vanessa, pero el juez indicó 25.
FM GENTE contactó este lunes a alguno de los investigadores del caso que resaltaron la impresión generada por Vanessa durante los interrogatorios; se mostró "fría", "despegada" del acto realizado, no lloraba, estaba "alienada" y esto va en la línea de la pericia psiquiatra que fue ordenada por la justicia para Vanessa en aquella oportunidad.
En su momento, la defensa de Vanessa pidió la absolución de su cliente basado en las contradicciones entre los testimonios de ésta y su pareja y también teniendo en cuenta que el único elemento probatorio en contra de Sauri era el testimonio de Rondán.
foto: casa donde fue asesinada Silvia, en Bella Vista, Marcelo Gallardo