Un fugaz delincuente, navaja en mano, puso en juego su libertad futura por rapiñar de un comercio de la Playa Mansa unas galletitas y unos jugos, informó una fuente policial a FM Gente.
El extraño episodio ocurrió a las siete y media de la mañana del lunes 28 de enero en un comercio de la Parada 10 de Playa Mansa.
El fresco de la mañana todavía no había sido invadido por el calor bochornoso que se soportó desde cerca del mediodía.
Fue con ese escenario que el solitario hombre entró al local, le mostró una navaja a la encargada, y comenzó a escoger su botín. Lo que se llevaría serían unas galletitas y unos jugos. Ninguna de las dos cosas justificarían una situación angustiosa de hambre o sed por parte del asaltante.
Obtenido el exiguo botín, el hombre se retiró del lugar caminando hacia y por la playa, según testigos. La fuente policial dijo que no se descarta ninguna hipótesis en el incidente que investigan. ¿La posibilidad de que el furtivo ladrón se sintiera satisfecho con botín tan magro, tendrá que ver con la difundida versión de que en Punta del Este todos los precios están por las nubes?
Z.L.