La inmobiliaria que sostiene que ofició como intermediaria para la venta del Hotel San Rafael demandó a la firma Fomento de San Rafael Sociedad Anónima (FOSARA S.A.), propietaria de la manzana 815 de Punta del Este donde se encuentra emplazada la edificación, por la suma de US$ 3:300.000 por daños y perjuicios. Desde la demandada se niega rotundamente el acuerdo.
Desde la inmobiliaria aseguran que oficiaron de intermediarios exclusivos para la compra del inmueble por la suma de US$ 55:000.000, algo que según dicen fue aceptado por los propietarios del hotel.
Por ello, la parte demandante reclama el 6% de los 55 millones de dólares. Sin embargo, desde FOSARA S.A., desmienten la existencia de tal acuerdo.
El pasado 26 de junio se realizó una audiencia de conciliación entre las partes, donde no hubo resolución.
"No existe tal acuerdo. Y nunca existió. Los estatutos de la firma FOSARA establecen la prohibición de conceder este tipo de acuerdo para cualquier tipo de operación. Por esta razón no solo desconocemos la existencia de tal contrato, sino que aseguramos que no existe tal obligación", dijo a El País el asesor legal de la firma, el abogado Juan Carlos Dutra.
El letrado indicó que ningún director de la firma tiene un poder para negociar en nombre del directorio de FOSARA por lo cual, "no hay posibilidad de que haya ocurrido lo que alegan desde Vaneland S.A. (la inmobiliaria)".
Asimismo, Dutra explicó que cualquier persona o empresa puede llamar a conciliación a un tercero porque en esta instancia no se necesita presentar ningún elemento probatorio de lo que se dice. Sin embargo, dijo que si la firma demandante prosigue con su intención de llevar adelante un reclamo por esta situación, los elementos probatorios que presentará su cliente "serán contundentes" y demostrarán que "no existió ningún tipo de acuerdo".
El abogado dijo también que la citación a la audiencia de conciliación no fue bien elaborada por la demandante, a tal extremo que se equivocaron con el nombre de una de las personas citadas. El asesor legal explicó que la citación a la empresaria Yolanda Merlo debió ser entendida como efectuada a Santina Manoukián, por ser este su verdadero nombre y no el anterior, como se la conoce socialmente.
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foto: Ricardo Figueredo